LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRAS RAÍCES.

POR LAS VOCES PROHIBIDAS EN LAS PÁGINAS DE LA HISTORIA OFICIAL.

POR LA MEMORIA ACTIVA, POR UNA JUSTICIA POPULAR Y SOCIAL.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR LOS VERDADEROS REFERENTES

QUE LUCHARON Y LUCHAN POR UNA HUMANIDAD MEJOR.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRA GENTE, COMPROMETIDA Y SOLIDARIA.



2 de enero de 2010

Borda XVIII



Las llamadas 'Fiestas Patrias', tienden a cobrar importancia en nuestra niñez, a partir de los actos escolares y, eventualmente por nuestra participación en el salón de actos en la escuela, representando a alguno que tuvo que ver con el hecho que se recuerda, o que, según los historiadores oficiales de turno, deben ser considerados como 'hacedores de la patria' y que, generalmente, y no por casualidad, se lo viste con uniforme militar, aunque muchos de ellos, si lo vistieron, fue fruto de las circunstancias históricas y por muy corto tiempo, y no porque hayan 'abrazado la carrera de las armas', como forma de vida.
Así las cosas, el hecho es que el sistema logra estampar esas imágenes en nuestro inconciente, y no tan inconciente, al punto que de grande, y hasta la llegada de las distintas dictaduras militares al poder, al que tomaron por asalto, y que dejaron miles de cadáveres de obreros y estudiantes a su paso, nos gustaba y hasta emocionaba ver los desfiles militares en nuestros respectivos pueblos.

Tras los paredones del Borda, no se recuerda ni se festeja nada, según parece, los internos han perdido la memoria y no saben, ni les interesa recordar esas fechas. El 25 de Mayo, al igual que el 1 de mayo, o el 9 de julio, solo es posible percibirlos, para un interno, por la ausencia de enfermeros, médicos, etc., ya que solo queda una guardia mínima, y de esa forma, los internos saben que ese día es distinto. Pero este año, hemos decidido que el Borda tenga su 'fiesta'. Se preparó el patio con grandes escarapelas, banderines de todos colores, Gaby y sus compañeras de teatro, disfrazadas de las negritas que vendían empanadas, tal como nos venden la historia los libros preparados a tal efecto, otras de 'damas antiguas' y otras caracterizaciones esteriotipadas que nos han inculcado, recorrían el patio repartiendo cintas celestes y blancas que colocaban en el pecho a cada interno y que ellos recibían con un orgullo sorprendente. Se decidió que la bandera la izara el interno de mas edad y que estuviera en condiciones de hacerlo, y se llevó a cabo con la música de Aurora e Himno a la Bandera, y alguien habló brevemente de lo que significaba ese día. Grande fue nuestra sorpresa cuando vimos a muchos internos con lágrimas en los ojos o definitivamente llorando, de pronto recordaban que en un pasado lejano, ellos habían vivido ese tipo de acto y eso les trajo a la memoria las diferentes circunstancias y formas que recordaban de esos actos escolares. Al rato no los podíamos hacer callar, como si de pronto se abriera su memoria, pese a su mente embrutecida por los medicamentos a que son sometidos y la negación del hospital a hacerlos participar de alguna manera de los hechos, volvían a recordar, y cada uno quería contarnos anécdotas de su niñez, con una descripción que no se compadecía con la condición de 'locos'. Finalmente la taza de chocolate y las facturas que les teníamos preparadas fueron el cierre de un día distinto para ellos, y para nosotros, solo nos quedó ese sentimiento de impotencia al ver el encierro a que son sometidos, ¿nadie piensa que la salud está mas relacionada con tirar muros abajo que con levantarlos?, ¿porqué se les quita la libertad, y no conforme con eso, también se les quita la memoria? ¿hay un proyecto para que no vuelvan a 'ser'? ¿a quien le sirve que sigan en ese estado?. Creo que debemos hacer algo y pronto, sino como dijo el viejo Bertold, cuando me vengan a buscar a mi será demasiado tarde.

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