LA IGLESIA Y LA EDUCACION
A mediados
del 1500, cuando el poder del Papa empieza de decaer, el clero se reorganiza en
una suerte de milicia a la que llama Orden de los Jesuitas, fundada por Ignacio
de Loyola y con un objetivo claro y de largo aliento, devolver a roma el poder
perdido. Su brazo mejor preparado fuel dedicado a la educación, en el terreno
estrictamente pedagógico los jesuitas dieron a sus colegios un barniz de
cultura. Sin importarles demasiado la enseñanza popular, sin embargo se
esforzaron en captar la educación de nobles y de la burguesía acomodada,
Consejeros de los grandes señores, directores espirituales de las grandes damas,
profesores de los niños distinguidos, se jesuitas se entremezclaron rápidamente
en el mundo de la educación y pronto fueron los maestros por autonomacia, y
luego de 60 años de trabajo elaboraron su Plan de Estudios, luego de juntar
mucha experiencia y asambleas entre sus miembros.
Acá debemos
detenernos un instante para recordar que el jesuita no es solamente un
confesor, es un director espiritual y como tal es consultado sobre todo, desde
el nacimiento, el casamiento y los negocios, y no se cree obligado al secreto
de confesión, de manera que si veinte directores que viven juntos en un
monasterio, pueden examinar y manipular los miles de almas de la comunidad en
que viven con la información que recogen de esas almas que están abiertas para
ellos y que ellos conocen hasta sus secretos mas guardados, los que pueden ser
debatidos en sus conciliábulos y a partir de ese conocimiento preparar sus
acciones para actuar en esa sociedad.
El reglamento
de estudios que data de 1599 está vigente hasta hoy en los colegios jesuitas,
es la mas perfecta organización que se conoce para romper en los alumnos hasta
el mas tímido asomo de independencia personal, y para lograr, por lo tanto,
colaboradores adictos, celosos e incondicionales para las esferas de un
gobierno y de las finanzas. “En igual forma que se fajan los miembros del niño
desde la cuna –decía el jesuita Cerutti en su apología- es necesario desde la
primera juventud fajarles la voluntad para que se conserven el resto de sus
vidas en una feliz y saludable flexibilidad”. La cultura intelectual es
inculcada de modo tal que no se llegara jamás a la emancipación intelectual. Se puede leer en sus
constituciones “ Ninguna de las personas empleadas en servicios domésticos por
cuenta de la sociedad deberá saber leer y escribir. En ningún caso se la
instruirá a no ser con el consentimiento del general de la Orden , porque para servir a
Jesús, basta la sencillez y la humildad”. Así de claro desprecian los jesuitas
todo lo concerniente a la educación popular ‘guárdate del deseo de saber
demasiado’ les recuerda su manual ‘es un gran insensato el que busca otra cosa
que no sea servir a su propia salvación’. Basta recordar que la regla mas
importante de las escuelas es guardar silencio, lo mismo para los profesores
como para los alumnos, está casi prohibido hablar con el maestro y los castigos
corporales son moneda corriente en sus aulas. Tienen como objetivos, que en sus escuelas se
enseñen trabajos manuales (escuelas de artes y oficios) pero de modo tal “Que
las escuelas lleguen a ser agencias de información donde las personas
acomodadas puedan ir a buscar servidores para sus casas o trabajadores para sus
empresas. Los maestros visitarán las casas de los alumnos para informarse de
‘las costumbres y prácticas religiosas de sus padres y deben revisarles la
correspondencia para que no se difundieran los libros contaminados de herejía”.
Para finalizar
este segmento, recodemos que revoluciones en la cultura no hemos visto mas que
dos, cuando la sociedad primitiva se dividió en clases y cuando la burguesía
del siglo XIII sustituyó al feudalismo, y hemos visto como la educación ha
estado siempre al servicio de las clases dominantes, hasta que otra clase revolucionaria consigue
desalojarla e imponer su nueva educación. Cuando la nueva clase no es todavía
bastante fuerte, se conforma provisoriamente con que la clase dominante de
apriete un poco para hacerle un sitio. En ese caso no hay una revolución, en la
educación, sino, simplemente una reforma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario