Ser Latinoamericano: (4º parte)
Los últimos años de la segunda presidencia de Perón, estuvieron signados por la violencia, quizás alguien podría decirme que la tercera fue peor, pero hasta ese momento, era un hecho inédito, y lo fue tanto por la parte gubernamental como por la oposición, que atentos al deterioro que estaba sufriendo el ‘régimen’, sumado a actitudes erráticas en la política de éste y estimando que el rumbo que había tomado la vida privada de Perón desde el fallecimiento de su esposa u su gradual distanciamiento con otro factor de poder en el país como es la Curia, hacían pensar a los disconformes que el momento de dar por finalizada la gestión estaba llegando y las reuniones y fragotes de distintas fracciones se sucedían, tejiendo alianzas por la mañana que se rompían por la noche, de acuerdo al desenvolvimiento de los acontecimientos.
Entre tantas conjeturas y miedos, una conspiración se estaba gestando o mejor dicho dos, digamos que la primera era contra la posible fórmula presidencial que incluiría a Eva Perón como vicepresidente, algo que la mayoría de la oficialidad de las Fuerzas Armadas no estaba dispuesta a aceptar, y estaba capitaneada por tres Generales; Sosa Molina, Lucero y Jáuregui. La segunda apuntaba mas alto y su ambición era la destitución de Perón.
Para convencer a los militares que el pueblo quería a Eva Perón de vicepresidente, la C.G.T. con Espejo al frente, decide hacer un acto multitudinario en la Avenida 9 de Julio, para eso pone en marcha un aparato que llegó a todos los rincones del país, para traer gente de todas las provincias, se dispusieron centenares de ómnibus, trenes, se alquilaron hasta cocheras para que los 2 millones de personas proyectadas pudieran pasar la noche. El 22 de Agosto se realizó el acto, donde se había programado que asistiría Perón, ya que en un acto formal se le ofrecería encabezar la fórmula en los comicios, pero en realidad, se participaba para exigir la presencia la Eva Perón y allí mismo se le ofrecería la participación en los fórmula como vicepresidenta. Todo se dando según los planes, aunque la cifra de gente no resultó se4r de los 2 millones previstos por la C.G.T. para llenar las calles, sino que el acto terminó contando, según los medios con un cuarto de millón de personas. Cuando la gente empezó a exigir la presencia de Eva Duarte, esta llegó y subió al palco, cuando la gente le pidió que aceptara el puesto, ella respondió que haría lo que el pueblo le pidiese, pero a los 8 días, habló por la cadena nacional y declaró que no aceptaba “…renuncio a los honores, pero no a la lucha…”, argumentó, al otro día Perón para apaciguar los ánimos, dice que en realidad debió ser descartada por la edad, ya que tenía 28 años y el mínimo exigido por la Constitución era de 30, luego se supo que en realidad tenía 32, pero el argumento tranquilizó a la multitud.
El 28 de Septiembre el otro complot avanza hacia la destitución de Perón avanza, desde la base militar de Punta Indio, además de las bases del Palomar y Morón, se levantan en armas, tres Generales están al frente, Alejandro A. Lanusse, Julio Alsogaray y Sánchez de Bustamante. La parte leal del ejército bombardea las pistas de despegue del Palomar y Morón, muchos aviones no pueden salir y el golpe se frustró. Ante una multitud Perón habla desde el balcón de la casa rosada asegurando que los rebeldes “…sufrirán el oprobio de los cobardes, serán ejecutados todos como cobardes…” aunque, como la mayoría de sus afirmaciones de ese tipo, las sanciones no pasaron de una amenaza y muchos rebeldes marcharon al Uruguay, y otros fueron a parar a la cárcel.
Las elecciones fueron un triunfo rotundo para el gobierno, todas las gobernaciones quedan en su poder y se ganan 149 escaños sobre 163 en la Cámara de Diputados, con una Eva Perón agonizante.
Al iniciar su segundo mandato, el gobierno presenta lo que llamó su “Segundo Plan Quinquenal”, con grandes proyectos. Se construirían 9 centrales de energía, se minarían los yacimientos de hierro y se construiría una gran acería en la Provincia de Buenos Aires, aunque la prometida reforma agraria no pasó de repartir el 2% de la tierra cultivable del país.
Luego del fallecimiento de su mujer, un Perón de 54 años, taciturno y cansado ya no era el hombre que trabajaba desde la 6 de la mañana hasta la noche, solo se quedaba unas horas a la mañana en la casa de gobierno y luego se refugiaba en la quinta de Olivos, donde se había hecho remodelar el sector de la Quintas que da al río y lo había destinado a recreación y deportes de la U.E.S. (Unión de Estudiantes Secundarios) , donde por las tardes se paseaba en motoneta por los parques y jugaba con los jóvenes que allí estaban, y les decía que lo llamaran por su sobrenombre “Pocho”, actitud que llevaba a especular que su actitud con los menores era muy comprometida. La Iglesia lo acusaba veladamente de realizar orgías con los estudiantes de la U.E.S. y posteriormente de haber iniciado una relación amorosa con una menor de 13 años, Nelly Rivas. Años después, desde el exilio Perón se burlaba de eso diciendo “…Yo nunca he pensado que un hombre que busca una mujer comete delito, solamente a un gobierno de maricones se le puede ocurrir que un hombre que busca una mujer comete delito. A mi nadie me va a convencer que a un hombre que le gustan las mujeres es un inmoral ¡¡¡inmoral es que le gusten los hombres !!!.
Dentro de las jerarquías del peronismo, la desaparición de Eva Perón, significó que el sector que le era adicto, perdiera presencia en el poder, así es que José Espejo, debe dejarle la dirección de la C.G.T. a Eduardo Vuletich y Héctor Cámpora pierde la presidencia de la Cámara de Diputados. Al poco tiempo, Juan Duarte, el hermano de Eva Perón es encontrado muerto de un tiro en la cabeza en una circunstancia nunca esclarecida, se dijo que estaba enfermo de sífilis por la vida escandalosa que llevaba, otra versión aseguraba que se había intentado quedar con unos depósitos que tenía su fallecida hermana en bancos extranjeros y que fue matado por unos sicarios que, supuestamente, los había contratado Perón, el hecho es que después de unos años, durante lo que se llamó la ‘Revolución Libertadora’, su cuerpo fue exhumado para realizar una autopsia que terminó sin demostrar nada y hubo que descartar la hipótesis.
En abril de 1953, cuando Perón estaba hablando desde el balcón de la Casa de Gobierno, estalla una bomba en la periferia de la plaza, Perón asegura que es el golpismo que quiere tomar el poder, al rato, otra bomba hace temblar la Plaza de Mayo, la multitud enardecida clama que hay que barrer a la ‘contra’ y gritan ¡¡¡leña!!!, ¡¡¡leña!!!, Perón responde que son los mismos trabajadores que tienen que dar leña, la multitud se desata y empiezan numerosos grupos a recorrer Iglesias, el Jockey Club, el partido Radical y el Socialista, son victimas de incendio y roturas, las Iglesias arden y los íconos son destruidos.
El ataque a las Iglesias, fue el detonante para que se mostrara el conflicto que ya había nacido tiempo atrás entre la Iglesia y el Gobierno, el Congreso, desde hacía tiempo estaba presionando para que se canonice a Eva Perón, querían que se declare “Jefa Espiritual de la Nación”, a lo que jerarquía eclesiástica encabezada por los Cardenales Luis Coppello y Antonio Caggiano se negaba rotundamente. Perón al poco tiempo presenta un proyecto al Congreso para que se separe a la Iglesia del Estado, ya no se subsidia a los colegios católicos, y se deja de dar religión en los colegios como materia curricular y aún se aprobaron leyes que aceptaban el divorcio y se volvían a reabrir los burdeles, además de dejar sin efecto la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos. Asimismo se empezó a apoyar diferentes cultos como el espiritista y a varios credos evangelistas con el fin de enfrentarlos para frenar el poder de la Iglesia Católica.
En lo político, a partir de la visita del subsecretario de Estado de E.E.U.U. Henry Holland, se abrieron en Buenos Aires varias sucursales de empresas petroleras norteamericanas y Perón dejaba para siempre su discurso nacionalista, lo que, entre otras cosas, le significó el enfrentamiento con un intelectual radical muy respetado que fue Arturo Frondizi que en su libro “Petróleo y Política”, muy difundido en esa época, condena muy duramente al giro que hace Perón aunque él lo haría años mas tarde cuando fue presidente.
A raíz de un acto en la Catedral, un grupo ultracatólico, quema una bandera argentina izando la amarilla y blanca del Vaticano, el gobierno reacciona y echa al Obispo Manuel Tato, lo pone en un avión sin mas trámite y lo manda de vuelta a Roma. El Vaticano responde con un decreto donde dicta la excomunión ‘latae sententiae’ a todos lo funcionarios que impedían a Tato cumplir con sus obligaciones. Aunque en el decreto Vaticano no hay nombres, todos interpretan que se refería a Perón. A partir de ese momento, ya la suerte estaba echada.
El 16 de Junio, grupo de aviones de la Marina bombardea la Plaza de Mayo, aún sabiendo que Perón , alertado, se había retirado de la casa de gobierno, pero no pudieron regresar a sus bases, tropas del ejército leal al gobierno habían tomado la base y muchos debieron ir a Montevideo, de donde muchos no volvieron. Algunas bombas cayeron en la zona del Correo Central, matando a civiles que pasaban en horas de trabajo.
Rápidamente, grupos de adictos al gobierno, se arman y salen a la calle y fueron hacia la sede de la curia, sabiendo que de allí se había orquestado el golpe, una vez mas queman e incendian varias Iglesias de la Capital: San Francisco, San Nicolás, La Piedad , Nuestra Señora del Socorro y otras mas. El ejército, aprovecha y se siente ofendido en su condición de católicos exigiendo a Perón que se realice una investigación hasta las últimas consecuencias y se condene a los responsables por el daño a las Iglesias. Aunque luego la investigación quedó en la nada, Perón ofreció dinero al clero para las reparaciones, lo que fue rechazado.
Al endurecerse las relaciones, Perón hizo renunciar al Gabinete y presentó él la renuncia, pero una multitud organizada desde los sindicatos afines al gobierno la hizo desechar, en su discurso Perón endurece nuevamente el lenguaje “…Por cada uno de nosotros, caerán cinco de ellos…”.
La dirección del partido peronista fue modificada, saca al Almirante Teisaire y pone a un joven de ideas revolucionarias John William Cooke y éste vuelve a la idea de formar milicias obreras para defender al gobierno, idea que había mencionado Eva Perón en su momento, pero que no prosperó, no obstante ya no había tiempo, el golpe llegó. Perón, argumentando evitar derramamiento de sangre, ofrece su renuncia a través de su Ministro de Guerra, mientras buscaba asilo en la embajada paraguaya, desde Paraguay, su amigo, el dictador Stroessnner dá el visto bueno a su embajador y perón luego deja la embajada y se aloja en una cañonera, donde se queda 8 días esperando que le permitan partír. El General Leonardi asume como nuevo presidente de facto aunque prefirió el título de ‘provisional’. Las calles de Buenos Aires estallaron jublosas, dando al General Leonardi una bienvenida multitudinaria, los llamados ‘gorilas’ por el peronismo, se pusieron a destruir bustos, retratos y todo lo que recordase al ahora expresidentes y su difunta esposa. Hubo otra reacción, un silencio penoso y aturdido de las masas.
En 1956, Perón saca un escrito mimeografiado llamado ‘tres revoluciones militares’, donde afirma que: “…cuando el peronismo en 1955 evitó al país una guerra fraticida, lo hizo pensando que el ejército defendería patrióticamente la nacionalidad, pero a poco de andar sucedió todo lo contrario: La Marina, al servicio de Gran Bretaña y la Masonería infiltrada en el ejército, consumaron la mas inicua traición a la Patria…”. Mas tarde aun, en los recuerdos que grabó para la posteridad en Madrid, sincerándose sobre este tema: “…Porque yo también estaba un poco cansado. Por otra parte, nuestro pueblo, que había recibido enormes ventajas y reivindicaciones contra la explotación de que había sido víctima desde hacía un siglo, debía haber tenido un mayor entusiasmo por defender lo que se le había dado. Pero no lo defendió porque todos eran ‘panzistas’, como decimos nosotros, ¡ Pensaban con la panza y no con la cabeza y el corazón! . Esa actitud me llevó a pensar que darle conquistas y reivindicaciones a un pueblo que no sabe defenderlas, es perder el tiempo…”.
Días después del golpe se reúne la C.G.T. y luego de que fue recibida por el general Leonardi, quien les aseguró que sus puestos no serían tocados, sacan un comunicado que decía:
“ En momentos en que ha cesado el fuego entre hermanos y por sobre todo se antepone la Patria, la C.G.T. se dirige una vez mas a los compañeros trabajadores para significarles la necesidad de mantener la mas absoluta calma y de continuar en sus tareas recibiendo únicamente las directivas de esta Central Obrera. Cada trabajador en su puesto por el camino de la armonía para demostrar al mundo que hay, en los argentinos un pueblo de hombres de bien, pues sólo en paz de los espíritus es posible promover la grandeza de la Nación, que es el modo de afianzar sus conquistas sociales. Miremos de frente, tengamos fe, lo demás lo hará la historia”.
Por su parte, el gobierno, quizás recordando al General Urquiza saca un comunicado declamando que no hubo “NI VENCEDORES NI VENCIDOS”.
Una vez mas, una espectatíva esperanzada de los trabajadores se frustraba, una vez mas, un sistema de explotación y miseria mostraba su verdadera cara. Había que empezar de nuevo.
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