LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRAS RAÍCES.

POR LAS VOCES PROHIBIDAS EN LAS PÁGINAS DE LA HISTORIA OFICIAL.

POR LA MEMORIA ACTIVA, POR UNA JUSTICIA POPULAR Y SOCIAL.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR LOS VERDADEROS REFERENTES

QUE LUCHARON Y LUCHAN POR UNA HUMANIDAD MEJOR.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRA GENTE, COMPROMETIDA Y SOLIDARIA.



15 de noviembre de 2012

LA EDUCACION III

                               

                     La Educación para la Libertad



          Si bien es cierto que  la educación ya no está en manos de la Iglesia, no al menos con la fuerza de hace años, aún quedan residuos de la influencia que tuvo. Los términos ‘Seminario’, ‘Claustro’, ‘Estar En Capilla’, que aún se escuchan en las escuelas y las universidades, nos lo recuerdan constantemente, no obstante, debemos entender que está en lenta pero continua retirada. Hoy, en las encuestas que se realizan sobre sexualidad, fecundación in Vitro y otros tantos temas, en que la Iglesia tiene una posición tomada, la mayoría de los encuestados se han declarado contrarios a esas posiciones, a pesar que muchos de ellos se reconocieron como ‘cristianos’.

          Si en realidad queremos cambiar definitivamente este estado de cosas, se deberá apartar a los pedagogos del sistema de los nuevos planes de estudios. La educación, tal como la entendemos muchos participantes de los Bachilleratos Populares, debe venir desde la clase obrera, con todas sus limitaciones científicas, pero también con toda la historia de luchas y vivencias. También es cierto que debemos estar preparados para que quizás no salgan con todo el conocimiento que hoy creemos necesario, pero su formación clasista,  obrera y popular les dará las herramientas intelectuales necesarias para formarse con mas criterio, se podría comparar la educación con la agricultura, los primeros frutos no son tan importantes, sino la fecundidad de la tierra. La prioridad de la educación para la libertad es enseñar a pensar, a discutir, a recordar, a plantearse problemas, recordemos que fue en busca de lo imposible que el hombre ha realizado lo posible, si solo buscamos lo posible, muy pronto abandonaremos lo difícil y finalmente nos acomodaremos con lo ya conocido y de esa forma no daremos un solo paso hacia delante.

          La educación para la libertad implica en compromiso de vida que necesita de dos partes dispuestas s modificar este estado de cosas, el compromiso de ambas debe ser claro: O se educa para adaptarse a este tipo de sociedad o se educa para comprometerse con la transformación de la misma.

          La educación para la libertad significa que las órdenes dejen paso a la persuasión razonada y el ejemplo. La utopia deja de serlo cuando se realiza, en ese sentido, la educación es una utopia que se realiza todos los días, porque ningún proyecto debe darse por terminado si entendemos que la formación de un ser humano, empieza cuando nace y termina solo cuando fallece, porque siempre se debe estar aprendiendo, y es por eso que en el aula no hay un profesor y un alumno, sino dos personas que intercambiar información y conocimiento para desarrollarse intelectualmente y de esa manera marchar juntas hacia la libertad. Esa libertad que no acepta limitaciones en la realización del ser humano, que no acepta la esclavitud de nadie ni los convencionalismos burgueses, por eso debemos apartar de las aulas a los profesores formados en las universidades que nos propone el sistema, en tanto estén convencidos de esa educación cerrada y vertical.

          La educación para la libertad será realizada por la clase obrera o no será.

       

LA EDUCACIÓN II

LA IGLESIA Y LA EDUCACION 


                                                   
          A mediados del 1500, cuando el poder del Papa empieza de decaer, el clero se reorganiza en una suerte de milicia a la que llama Orden de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola y con un objetivo claro y de largo aliento, devolver a roma el poder perdido. Su brazo mejor preparado fuel dedicado a la educación, en el terreno estrictamente pedagógico los jesuitas dieron a sus colegios un barniz de cultura. Sin importarles demasiado la enseñanza popular, sin embargo se esforzaron en captar la educación de nobles y de la burguesía acomodada, Consejeros de los grandes señores, directores espirituales de las grandes damas, profesores de los niños distinguidos, se jesuitas se entremezclaron rápidamente en el mundo de la educación y pronto fueron los maestros por autonomacia, y luego de 60 años de trabajo elaboraron su Plan de Estudios, luego de juntar mucha experiencia y asambleas entre sus miembros.

          Acá debemos detenernos un instante para recordar que el jesuita no es solamente un confesor, es un director espiritual y como tal es consultado sobre todo, desde el nacimiento, el casamiento y los negocios, y no se cree obligado al secreto de confesión, de manera que si veinte directores que viven juntos en un monasterio, pueden examinar y manipular los miles de almas de la comunidad en que viven con la información que recogen de esas almas que están abiertas para ellos y que ellos conocen hasta sus secretos mas guardados, los que pueden ser debatidos en sus conciliábulos y a partir de ese conocimiento preparar sus acciones para actuar en esa sociedad.

         El reglamento de estudios que data de 1599 está vigente hasta hoy en los colegios jesuitas, es la mas perfecta organización que se conoce para romper en los alumnos hasta el mas tímido asomo de independencia personal, y para lograr, por lo tanto, colaboradores adictos, celosos e incondicionales para las esferas de un gobierno y de las finanzas. “En igual forma que se fajan los miembros del niño desde la cuna –decía el jesuita Cerutti en su apología- es necesario desde la primera juventud fajarles la voluntad para que se conserven el resto de sus vidas en una feliz y saludable flexibilidad”. La cultura intelectual es inculcada de modo tal que no se llegara jamás a la emancipación  intelectual. Se puede leer en sus constituciones “ Ninguna de las personas empleadas en servicios domésticos por cuenta de la sociedad deberá saber leer y escribir. En ningún caso se la instruirá a no ser con el consentimiento del general de la Orden, porque para servir a Jesús, basta la sencillez y la humildad”. Así de claro desprecian los jesuitas todo lo concerniente a la educación popular ‘guárdate del deseo de saber demasiado’ les recuerda su manual ‘es un gran insensato el que busca otra cosa que no sea servir a su propia salvación’. Basta recordar que la regla mas importante de las escuelas es guardar silencio, lo mismo para los profesores como para los alumnos, está casi prohibido hablar con el maestro y los castigos corporales son moneda corriente en sus aulas. Tienen como objetivos, que en sus escuelas se enseñen trabajos manuales (escuelas de artes y oficios) pero de modo tal “Que las escuelas lleguen a ser agencias de información donde las personas acomodadas puedan ir a buscar servidores para sus casas o trabajadores para sus empresas. Los maestros visitarán las casas de los alumnos para informarse de ‘las costumbres y prácticas religiosas de sus padres y deben revisarles la correspondencia para que no se difundieran los libros contaminados de herejía”.

          Para finalizar este segmento, recodemos que revoluciones en la cultura no hemos visto mas que dos, cuando la sociedad primitiva se dividió en clases y cuando la burguesía del siglo XIII sustituyó al feudalismo, y hemos visto como la educación ha estado siempre al servicio de las clases dominantes, hasta que  otra clase revolucionaria consigue desalojarla e imponer su nueva educación. Cuando la nueva clase no es todavía bastante fuerte, se conforma provisoriamente con que la clase dominante de apriete un poco para hacerle un sitio. En ese caso no hay una revolución, en la educación, sino, simplemente una reforma.  

LA EDUCACIÓN I




La educación no tiene una, sino muchas definiciones, ya que éstas varían según la sociedad, el momento histórico, la ideología y quien intente una definición puede encontrar una nueva forma, o tal vez se podría sintetizar si decimos que varía de acuerdo a que clase responde (consciente o no) el que lo haga. En un rápido y seguramente incompleto pantallazo, si partimos desde los griegos antiguos, veremos que la formación de los jóvenes se basaba en el conocimiento de la agricultura, ya que de la tierra dependía la supervivencia del grupo familiar (Homero labraba su propia parcela), despreciándose las demás tareas, por lo que casi no existían los comerciantes griegos (los comerciantes de la Odisea eran todos fenicios), tiempo después, el ideal de la educación para un joven griego era el estímulo a las ‘virtudes ‘ guerreras, por el afán de las clases dominantes de tomar tierras ajenas y acrecentar su riqueza. En el caso de los espartanos, desde los 7 años el estado se apropiaba del chico y no lo abandonaba mas. Hasta los 45 años pertenecía al ejército activo y hasta los sesenta a la reserva, y su educación se basaba en la ‘nobleza de las armas’. Asegurar la superioridad militar sobre las clases sometidas era el fin supremo de la educación, por lo que ‘instrucción’ en el sentido que hoy e damos a ese término, casi no existía entre los espartanos, muy pocas personas de la nobleza sabían leer, tal era su desprecio por lo que no fueran las ‘virtudes’ guerreras, que prohibían a los jóvenes interesarse por cualquier asunto que pudiera distraerlos del ejercicio de las armas. Por supuesto que esta educación, producía seres salvajes, brutales, taciturnos, astutos, crueles y a veces heroicos.

 En Roma, para la misma época, las cosas no eran muy distintas, los nobles, ansiosos de poder y riqueza, al igual que los nobles griegos, preparaban a sus hijos para salir a invadir tierras ajenas, con el fin de tomar prisioneros que convertían en esclavos y se aseguraban que con un costo mínimo (un magro plato de comida). Les labraran la tierra y sirvieran como personal doméstico en sus palacios, como así también como maestros para que sus hijos aprendieran a leer y escribir. Al crearse escuelas particulares, el estado se alertó por el terror a lo que los maestros enseñaran, la idea de enseñanza no permitía exceder los conocimientos mas allá de los dioses, ya que la ‘libre enseñanza’, no significaba ‘libre doctrina’, la censura no tardó en llegar y se crea la figura del regente, para controlar que la enseñanza no se aparte de la ‘vida y costumbres’ de la sociedad que el estado no tenía ninguna intención de modificar. La preocupación en Roma por la instrucción que recibía la juventud, que al ser privada era solo accesible a las familias pudientes era tal, que llegó a subsidiar estas escuelas con la condición de instalar en cada una un censor que se preocupaba de que no se excediera esa educación de los límites que el senado romano había impuesto, dejando afuera al maestro que se atreviera a hablar del Cristianismo. 

Años mas tarde, en el siglo V de nuestra era, el estado empieza a abonar salarios, aunque irregularmente, a los maestros, a condición de que éstos solo serán nombrados por las municipalidades. El emperador Juliano pocos años mas tarde regularizó esos salarios. La enseñanza a cargo del estado ha aparecido en la historia. - . - En tiempos de la edad media, la Iglesia, ya desarrollada y con una normativa rígida, había acumulado riquezas que le permitían financiar guerras, invasiones, y sobre todo ser prestamistas de príncipes, reyes y agricultores, que en tiempos de sequía o magras cosechas, necesitaba dinero para mantenerse. Este clero se organizó de tal manera que solo enseñaba a leer y escribir en latín, lo que limitaba a los alumnos a leer solo las escrituras llamadas ‘sagradas’ de la Iglesia. Por su enorme poderío, no es asombroso que las primeras escuelas fueran los monasterios, aunque hay que aclarar que las ‘escuelas de instrucción’ (para campesinos y artesanos), no enseñaban a leer ni a escribir, ya que según ellos mismos aclaraban, que su objetivo no era instruir, sino familiarizar a las masas campesinas con las doctrinas cristianas, o sea que su afán se centraba en mantener a os campesinos en la docilidad y el conformismo, no se preocupaban en instruir, sino en predicar y recordar constantemente que para la Iglesia, todo lo que no aleja al hombre del pecado es positivamente dañoso. Un historiador benedictino, ha escrito que los jornaleros de los monasterios, por el hecho de ser analfabetos ‘presentaban mas resistencia a la fatiga y eran capaces de soportar una tarea mas larga y mas penosa’. Ya en el siglo XI empieza a nacer una nueva clase: La burguesía, nacida de los mercaderes que se enriquecieron, muchos de ellos, acompañando a los nobles en las cruzadas, comprándoles las joyas, junto con los esclavos y los bienes que éstos saqueaban a su paso por las ciudades (todo en nombre de Dios) y que os mercaderes vendían después a muy buen precio. Estos burgueses, necesitaron burócratas que les administrasen sus posesiones y empezaron a preocuparse en la instrucción de sus hijos. Así nace la Universidad, como una necesidad de mercado. En esa Universidad, el muchacho que deseaba estudiar las artes liberales, adquirió, paso a paso, el grado de bachiller, licenciado y doctor. La conquista de un título universitario, ponía al buen burgués, casi al ras de la nobleza, cuando se paseaba con su anillo, su toga y su birrete, lo empezaban a tratar como un noble. 
Al llegar el Renacimiento, la cultura, siempre al servicio de los poderosos, cambia sus prioridades y fue su objetivo formar hombres de negocio, que fueran al mismo tiempo ciudadanos cultos y diplomáticos hábiles. ‘Una lengua universal, un tipo uniforme de cultura y la paz perpetua’, tal como lo sintetizó Erasmo en el año 1500. El brillo extraordinario del Renacimiento no modificó la situación de la educación de los explotados, ‘Escribo para los cultos y no para la plebe’ había dicho Ponciano y ese fue el sentir de lo que hoy llamamos ‘humanismo’. Recodemos que en el 1400 Leonardo Bruni había escrito ‘he sospechado siempre de las multitudes , 100 años mas tarde otro intelectual había afirmado ‘Quien dice pueblo, dice loco, porque es un monstruo lleno de confusión y temores’, los humanistas siempre han despreciado al pueblo. Toda la cultura renacentista descansaba sobre finanzas de banqueros y su objetivo fue darle utilidad y lustre a esa clase, dejando de lado a las clases populares. Recién con la aparición del libro impreso se empieza a vislumbrar una nueva educación mas integradora, si bien durante los primeros tiempos el precio de un libro solo estaba al alcance de las familias acomodadas y las universidades. La aparición de Lutero y la reforma crearon una nueva expectativa esperanzada para la educación popular y que contuviera mas ciencia que dogma, ésta fue pronto traicionada por el mismo Lutero que, la ver la actitud de la gente que avanzaba en a búsqueda de conocimientos iba mas lejos de lo que él creyó, no solo frenó su guerra de exterminio sobre el Vaticano, sino que llegó a afirmar a los príncipes de Sajonia que el espíritu rebelde era un instrumento de Satán y que esa actitud debía ser abolida en el país porque incitaba a la resistencia contra las autoridades, afirmando que al pueblo ‘se le debe empujar corporalmente a trabajar y a cumplir con sus deberes piadosos, como se tiene a las bestias en prisión y encadenadas’. El hombre de las clases inferiores siguió excluido de la enseñanza.

14 de febrero de 2011

De Sabihondos y Suicidas VI

Esa noche, la charla venía pesada en la parrillita de San Juan y Salta, si bien la idea era cumplir con la tradición social de reunirse para despedir el año, todos sabíamos que esa no era mas que una nueva excusa para vernos y charlar un rato.
Yo aproveché para decir que a mi me ponían mal esas fiestas en las que se descuenta que deben ser de alegría , esa alegría con fecha cierta y estipulada que ya nadie se la cree y ‘en paz y felicidad’, como dijo Ronny al encontrarnos en forma socarrona, como para empezar a definir esos momentos que todos sabemos nos fueron ‘impuestos’ por un Papa llamado Gregorio porque así le convenía a la “Santa Madre Iglesia”.
Miguel estaba con mucha bronca porque, si bien no lo dijo, todos supusimos que había entrado en el juego de ‘hacer balance’, como nos aconsejan los bien pensantes para esas fechas, y se despachó con que no estaba muy conforme con algunas de las decisiones que había tomado en sus 55 años de vida, y se puso a enumerar algunos errores que había cometido con otras personas y principalmente con él mismo. Cuando dejó un espacio de silencio en su monólogo, el Lobo Estepario aprovechó y sacó todo lo que tenía adentro como para explicarle a Miguel que la culpa no había sido solo de él por esas decisiones “Va a ser muy difícil cambiar esta sociedad, dijo con su voz cascada por el cigarrillo y las noches en vela, -y ya al escuchar eso, a ninguno se nos ocurrió interrumpirlo- , la derecha a hecho muy bien las cosas en ese sentido, nos invaden y condicionan desde todas partes, si salís a la puerta de tu casa ya te están bombardeando con mensajes explícitos y subliminales que intentan mostrarte que ellos tienen la razón, que su ideología nació para decirte que debes pensar, como debes vestirte, que ídolos tenés que seguir y que tu destino es repetir la cultura y visión de la vida que ellos eligen por vos, y eso es muy difícil de modificar. ¿ Porqué ? –le dije inocentemente-, si podemos pensar y descubrir la trampa de ellos, podemos difundirlo y tratar de modificar cosas. Me mira sonriente, -como tratando de esconder sus profesión de psicólogo- , con esa sonrisa que está entre la esperanza y la bronca, luego de un instante se puso serio nuevamente y me largó su pensamiento casi sin respirar: a ver –me dijo- supongamos que salís de tu casa y ves en la plaza de tu barrio una escultura, lo mas probable es que sea de un militar, y por supuesto de alta graduación, un San Martín, un Roca, un Dellepiane, nunca un soldado raso, que en realidad fueron los que expulsaron a los ingleses y a los gallegos en 1800, y eso no es casual, fijate sino –siguió-, lo que hacen con la guerra de Malvinas, como no pueden poner un Galtieri, por impresentable, hacen monumentos sin caras, sin uniformes, son alegorías que tratan de decir que héroes son todos, y te mezclan a Benjamín Menendez con un soldado que realmente se la jugó porque les creyó que estaba haciendo patria. Mirá –siguió sin parar-, sin ir mas lejos, los monumentos que hay en los pueblos del interior, levantan la figura del herrero, del sembrador, del arriero, como vidas ejemplares que debemos emular, que debemos sentirnos orgullosos de ser sus descendientes. Pero claro, nos ocultan que muchísimos de ellos murieron con la espalda doblada por el trabajo, o alcohólicos por la vida casi animal que llevaban, sin haber leído un libro en toda su vida, sin tener tiempo para estar con sus hijos, sin conocer el descanso, sin poder disfrutar del placer de la música, ni conocer el arte, negando constantemente su condición de ser humano, porque así los necesitan los ricos, porque gracias a esos hombres fue que ellos se enriquecieron obscenamente, y hoy gastan parte de la fortuna que hicieron explotando a sus abuelos y a sus padres para convencer a los hijos de aquellos trabajadores que deben ser igual a sus padres y abuelos, embrutecidos por la vida que han hecho, o como les han obligado hacer, como si eso fuese un ejemplo a seguir. La realidad es que los ricos quieren tener mas esclavos y que además se sientan orgullosos de serlo, por eso les ponen esos monumentos en la plaza principal o en la entrada del pueblo, para que cuando pasen por allí, día tras día, esas moles de cemento les recuerden que nacieron para eso. ¿O acaso viste algún monumento a los obreros que en algún momento de la historia se levantaron contra la injusticia , contra un intendente corrupto o contra un patrón explotador ? No!!, la derecha tiene un plan y un proyecto a largo plazo y eso es lo que nos falta a nosotros. Ellos saben que se prepararon durante dos siglos parta que el país responda a sus mandatos, por eso hay una calle Ramón Falcón y no hay ninguna Simón Radowisky, Hay avenidas que se llaman Gral. Roca o Gral. Rauch y no hay ninguna que se llame Arbolito, y todo eso, aunque parezca que no, pesa en el inconsciente de la gente y al final, a pesar de las críticas y de las broncas, llegado el momento, el pueblo los vuelve a votar, porque los han convencido, sin decirlo directamente que el futuro del país son ellos porque ellos lo hicieron y no hay posibilidad de modificarlo, y que pobres hubo siempre y toda esa ideología que trata que la gente se entregue sin esperanza.
Viste alguna vez una ‘Fiesta de la Tradición’?, desfilan en caballos de raza, con aperos de plata repujada y cintos con monedas de oro y plata y una botas que salen una fortuna, ¿vos crees que algún peón rural tiene posibilidad de comprarse esa ropa y esos aperos? –los ojos del Lobo Estepario nos miraban fijos- lo que pasa es que desfilan los estancieros y no los peones, pero en el inconciente colectivo queda grabado que ser trabajador rural es un trabajo bien remunerado y es todo mentira, y además quieren que, como si fuera poco los aplaudan !!!. como los ricos del pueblo, que después de ‘regalar’ los monumentos al pueblo –cosa que forma parte del proyecto de domesticación- quieren que el pueblo se los agradezca y los distinga, Para cambiar este estado de cosas, también deberíamos empezar a sacar COMO SEA los símbolos que les taladran el cerebro a la gente, porque ellos saben que las marchas o un escrache a quien sea, que hacemos nosotros, dura un día, pero los nombres de las calles y los monumentos de ellos duran una vida. Por eso se hacen los democráticos y nos dejan salir a protestar de vez en cuando.
Cuando el Lobo paró para tomar aire –y un sorbo de vino-, aproveché y me puse a tararear un aire de triunfo que estaba de moda allá por los 70’

Hay que dar vuelta el viento. Como la taba
El que no cambia todo, no cambia nada.

Cuando todos me hicieron coro para terminar el triunfo que conocíamos de memoria, la cosa se descomprimió y Miguel, que siempre tiene algún chiste que no conocíamos (y eso que ya le conocemos mas de cien), nos contó uno de un loro, pero eso después lo cuento.

Ramiro Ross

1 de octubre de 2010

Hacia la construcción del Hombre Nuevo


(De sabihondos y suicidas V)

A muchos que participamos, en mayor menor grado de compromiso, en la lucha contra las dictaduras que azotaron el país, no deja de sorprendernos que algunos ex militantes sigan repitiendo el discurso que nos bajan los medios de comunicación, asegurándonos, a fin de que nos convenzamos, de que las organizaciones guerrilleras tuvieron que darse por vencidas frente a los militares. En lo personal no dudo en afirmar que, salvo los errores inevitables de ese tipo de organizaciones, la victoria fue nuestra y que, estratégicamente, fuimos mucho mas allá de lo que nos habíamos propuesto.

Antes de que me acusen de loco, voy a explicar por qué digo eso: Nadie con algo de sentido común, podría suponer que unos pocos miles de militantes, deficientemente armados, podrían derrotar militarmente a enemigos que contaban con hospitales de campaña, helicópteros, tanques de guerra, aviones, satélites de comunicaciones y hasta barcos, entre otros elementos, eso lo sabíamos muchos, aunque en algunos influía el ejemplo de Cuba y la derrota que un grupo pequeño de guerrilleros logró infligirle al ejército de Batista, y soñaban con tener un resultado parecido, sin tener en cuenta las dimensiones y característica de nuestro país, tan diferente al cubano, siendo que deberían haber comparado nuestra lucha mas cerca de la lucha de Argelia contra la dominación francesa, que debieron perder en el plano militar pero lograron la independencia por la popularidad y el grado de solidaridad a nivel internacional que, gracias a esa guerrilla, habían obtenido. No creo equivocarme al decir que el error surgió al tomar al pié de la letra el discurso que venía de algunos dirigentes con un grado de exitismo desmesurado, quizás discurso hecho para que no se cayera el nivel de combatividad de los militantes guerrilleros.

Esto no se entiende, sino sabiendo que nosotros solo fuimos una parte pequeña, pero imprescindible, de un pueblo que resistía de muy variadas formas y que no tenían que ver con las armas, y si bien, en la mayoría de los casos, no teníamos contacto directo con otros grupos, sabíamos que allí estaban y ellos también contaban con nosotros. Si uno no asume esta relación de las fuerzas populares, no se puede explicar el grado de solidaridad que se desarrolló y que se reflejó cuando logramos terminar con la dictadura.

Era un hecho normal, durante la dictadura, que cuando una fábrica estaba en conflicto, sin que los obreros nos llamasen, ellos sabían que contaban con nuestro aporte, entraban nuestro periódico a la fábrica, escuchaban lo que decían nuestros compañeros en las asambleas y los cuidaban para que pudieran entrar y salir de la fábrica sin ser detenidos. Por supuesto que también el frente cultural estaba presente y aportaba realizando obras de teatro que desarrollaban el tema de la huelga, los músicos populares alzaban la voz en los recitales haciendo la crítica al sistema que ponían al desnudo sus bajezas y contradicciones, cuando no realizaban recitales sin cobrar a fin de juntar dinero para los obreros en huelga. Los estudiantes secundarios y universitarios daban participación a muchos militantes de organizaciones guerrilleras en las listas electorales concientes que, a pesar de las diferencias ideológicas que los separaban de algunas organizaciones nos reconocíamos mutuamente como integrantes del campo popular.

Hoy, muchos artistas y obreros reconocen que sin nuestro aporte, no hubieran sido posible muchos logros y luchas que habían protagonizado. Todo eso fue posible por la ya histórica miopía de las fuerzas armadas que no conocen otra forma de reprimir que a los tiros y desapariciones y creen que esa es la forma de disciplinar un pueblo, pero alguien debería avisarles que los tiempos han cambiado y que lo de ellos ha quedado en el pasado.

Cuando en 1986 Alfonsín propone la idea de ‘los dos demonios’ para darle un marco de consenso jurídico a la ley de Obediencia Debida y Punto Final, que intentaba liberar a los militares de toda responsabilidad por el genocidio y torturas que habían aplicado al pueblo, se realizó una marcha de repudio, y solamente en la Capital Federal, salimos mas de 250.000 personas a repudiar esa medida, y si sumamos a eso las columnas y actos similares que se realizaron en otras provincias, tendremos una cifra que superó ampliamente el millón de personas, y fue en esa marcha que por primera vez nos mirábamos a los ojos unos a otros, que nos encontrábamos cara a cara, sabiendo que habíamos estado peleando del mismo lado sin conocernos.

Allí estaba presentes los que habían luchado desde el frente barrial, los que estuvieron en el frente sindical, los que estuvieron en el frente cultural, artístico, los poetas, los escritores, los músicos, los militantes de base de los partidos políticos y tantos otros, y allí nos estábamos diciendo con la mirada, mientras marchábamos hacia la Plaza de Mayo, yo me reconozco en vos, aunque no sé tu nombre, yo no perdono la desaparición y muerte de tu compañero que también era el mío, porque sé que si hoy no está es porque no abandono la lucha contra los enemigos de nuestra clase.

Es por eso que no tengo dudas que ganamos esa lucha, y la seguimos ganando a pesar de los años transcurridos, la lucha sigue y nuestras victorias de hoy, son por el reconocimiento a los referentes caídos, y si hoy podemos ponerle el nombre de Rodolfo Walsh a una plaza, a una calle, a una biblioteca, se lo debemos a aquellas victorias. Si podemos convertir a ex centros de detención clandestina en lugares donde el pueblo se puede expresar es por aquellas luchas, y a la vez, sin aquellas huelgas de los obreros, ni el apoyo de los artistas populares, que a muchos de ellos debieron conocer el exilio y las prohibiciones o integraron listas negras por haber apoyado las luchas en todas sus manifestaciones, los cineastas, sin todos ellos, decía, nuestras luchas no hubieran trascendido y no hubieran tenido sentido.

No nos engañemos mas ni permitamos que nos quieran convencer de lo contrario, la victoria fue nuestra, pero ‘ellos’ no pueden permitir que el pueblo sepa que ganó, temerosos que en algún momento quiera avanzar en las conquistas obreras y ya no detenerse hasta la victoria final.

Al hacer el análisis de aquellos tiempos, veremos que a pesar de que algunas tácticas parecían suicidas, la estrategia estaba planteada para el largo plazo y se está cumpliendo, pero es importante que tengamos conciencia que no debemos bajar los brazos, que esta democracia que es meramente formal, que no es el objetivo final buscado, que si bien es una pequeña puerta que hemos abierto, no debemos permitir que se cierre, sino, muy por el contrario, abrirla cada vez mas hasta lograr un mundo sin excluidos, sin hambre y en plena construcción del Hombre Nuevo marchando victorioso hacia su liberación.

29 de septiembre de 2010

Hermandades


(De sabihondos y suicidas IV)

En el escrito anterior, estuve hablando de la comida del militante y las formas de buscarla cuando la plata no alcanzaba o las veces que tenía ganas de cobrarle a las grandes empresas su alimento, que si bien conseguíamos comer gratis y variado en supermercados de empresas extranjeras, también habría que hacer una mención especial para la parrilla ‘Pippo’ de Av. Corrientes y Montevideo en pleno centro de Buenos Aires y que era el lugar de reunión de muchos militantes que mientras almorzaban o cenaban en esas mesas con manteles de papel, donde muchos escribíamos nuestros primeros poemas, cuando no, compartiendo la mesa con otros compañeros, escribíamos lo que luego, en el local partidario se terminaría transformando en un volante exigiendo la libertad de algún compañero/a detenido de nuestra organización o nuestra solidaridad con alguna fábrica en lucha.

El lugar era el elegido por varias organizaciones y por varias razones, estaba en el centro neurálgico de la Ciudad, a escasos 60 metros del bar ‘La Paz’, donde recalaban los intelectuales intentando su primer libro o discutiendo alguna película del neorrealismo francés o italiano recién vista en el cine Lorraine, el Lorca o el Cine Arte, o alguna de origen ruso en le viejo cine Cosmos, y éstos estudiantes de filosofía y letras, o sociología, siempre tenían algo para aportar y los teníamos en cuenta para nuestros torpes escritos. En ‘Pippo’ uno deglutía un plato de vermicellis con una panera completa y un pote de queso rallado que habitualmente comíamos antes que nos trajeran los fideos, tal era el hambre que teníamos en aquellos tiempos.

Otra de las razones por las que íbamos a esa parrilla era que estaban los ‘cumpas’, aunque fueran de otra organización, y eso nos daba la tranquilidad de saber que si entraba la policía en los años 1969 o 70’ a pedir documentos o palparnos de armas, iban a tener que vérselas con todos los comensales si pretendían llevarse detenido a algún militante. Luego del 76’ cambió la forma de reprimir, pues salió el ejército a realizar requisas y entraban de a decenas y muy bien armados, lo que hacía casi imposible la resistencia.

La relación entre las organizaciones casi nunca era buena entre los dirigentes, aunque en las bases las relaciones eran cordiales y los marxistas formaban listas en común con loa peronistas revolucionarios, conocidos como ‘la tendencia’ en gremios, en las tomas de fábricas y en as asambleas de los sindicatos y si bien las discusiones eran duras y extremadas veces largas la mayoría de las veces, ambas partes ponían la mejor actitud para marchar juntas al menos en asuntos muy puntuales.

Esa relación, a veces tensa pero respetuosa, tenía su válvula de descompresión cuando en alguna circunstancia alguna podía demostrar mayor despliegue de coraje para dejar a la otra mal parada y de alguna manera obligada a tratar de emular la acción.

Para tratar de que se entienda de que estoy hablando contaré una anécdota ; en los años 69/70, una comisaría del bajo Flores, barrio bravo si los había, se hizo conocida por la militancia por la forma de maltratar a los detenidos políticos, cosa habitual a partir del golpe del 76’, cuando la crueldad y el sadismo se multiplicó por 100. a raíz de eso, decidimos, con un grupo de compañeros tomarnos revancha por las atrocidades que estaban cometiendo con algunos compañeros y luego de pensar un rato, decidimos darles, al menos, un dolor de cabeza. Tomamos un colectivo que no tenía pasajeros a las 3 de la mañana, hicimos descender al colectivero que quedó con tres compañeros cuidándolo para que no realice la denuncia hasta que nos diera tiempo de realizar el plan que habían pensado, y con orden de dejarlo libre luego de 30 minutos. Una vez conseguido el primer objetivo, nos fuimos tres mas hacia la comisaría, uno manejando y los otros dos tirados en el piso, provistos de aerosoles, llegamos a la comisaría en cuestión y el compañero a cargo del volante abre decididamente la puerta de adelante y de atrás . Luego de asegurarse que estaba estacionado justo en la vereda de enfrente a la puerta de la comisaría y el ‘chofer’ bajó hablando muy fuerte al consigna diciendo que lo habían asaltado y venía a hacer la denuncia, gritaba como si estuviera bajo los efectos de un ataque de nervios, diciendo que le habían llevado la recaudación y que el dueño no le creería y que era muy posible que perdiera el trabajo por ese hecho y quería que salieran los patrulleros a buscar a los ladrones. El consigna solo atinaba a decirle que sacara el ómnibus de allí porque estaba prohibido estacionar en ese sector, pero el compañero no lo escuchaba y seguía hablando sin parar, mientras nosotros bajamos sigilosamente por la puerta posterior que había quedado abierta adrede y agazapados y cubiertos por la carrocería enorme del ómnibus, escribimos en la pared “POLICIAS ASESINOS “, agregándole el nombre de nuestra organización, en tan solo 3 minutos que era el tiempo que suponíamos teníamos sin que sospechara el consigna, que seguía intimando al supuesto chofer que pusiera el ómnibus en la esquina y que volviera a hacer la denuncia. Cuando habían pasado los tres minutos, nuestro compañero accedió de mala gana a sacar la mole de allí y asegurando que dejaría el coche a la vuelta y que volvería en un minuto, subió de un salto, se aseguró de reojo que nosotros ya estábamos nuevamente tirados en el piso y salió rápidamente del lugar, anduvo 3 cuadras hasta una avenida, abandonamos la unidad y nos tomamos un taxi para salir de la zona rápidamente.

Al otro día, antes de las 2 de la tarde, hora en que la pintada fue cubierta con pintura blanca por la Policía, pasaron muchos compañeros que no entendían como se pudo haber realizado esa pintada sin caer presos. Guardamos el secreto por un tiempo y luego lo contamos, lo que generó que se convirtió en el comentario obligado durante dos semanas entre las ‘orgas’.

En todo momento y en cualquier circunstancia que nos tocaba vivir, había algo que me parece que hoy, salvo honrosas excepciones, es mucho mas difícil de lograr, era la confianza que nos despertaba el compañero. Todos teníamos conciencia que nuestra vida dependía de la actitud del compañero que nos tocaba en suerte y él estaba en las mismas condiciones. Siempre era posible que algo del plan original saliera mal, pero de algo debíamos estar seguros, el error nunca se debía a la traición o a la falta de de coraje, cada uno conocía su responsabilidad y no había dobleces ni traiciones. Nuestra caminata detrás de esa utopia esquiva, detrás de ese horizonte fugitivo que se nos escapaba entre las manos, era mas llevadera por ese compañero sin bajezas, por esa hermandad que a veces la sangre no nos da.

Quizás sea por eso que hoy, a pesar de los años, nos seguimos buscando y encontrando, para revalidar nuestra condición de hermanados por la vida.

El hombre y su alma


De sabihondos y suicidas III)

Quizás sea una chiquilinada, pero durante nuestras reuniones, nunca falta alguna historia amorosa vivida por alguno de nosotros en la que conseguíamos ‘levantarnos’ a alguna compañera, lo que sucedía a menudo, ya que tanto ellas como nosotros teníamos problemas para poder entablar romances con alguien que no fuera de la organización, el impedimento de explicarles de que trabajábamos, el porqué de nuestros viajes o las veces que no las veíamos por semanas sin poder explicar nuestras ausencias, todo boicoteaba las relaciones que entablábamos con personas ajenas a la militancia, además si conocíamos a alguien que pertenecía a otro partido u organización, la dirección nos llenaba de temores sobre la posibilidad de que sea una ‘infiltrada’ que quería sacarnos información o cosa por el estilo. El asunto era que durante la lucha nacían romances que también tenían sus dificultades, ya que por ejemplo, nos era muy difícil de manejar esa actitud protectora que teníamos con nuestras compañeras de militancia y que se desarrollaba aún más si esa compañera era nuestra novia, y que a ellas les molestaba bastante generalmente, ya que se suponía que durante cualquier actividad el riesgo debía ser compartido sin distinción de sexo, para nosotros era muy difícil lidiar con esas cosas, nuestra educación burguesa no siempre superada sobre la ‘obligación’ del hombre a ser el ‘macho protector y proveedor’ que nos inculcaron desde chicos, se sumaba la sensación de que ellas sentían la misma contradicción, aunque tampoco la aceptaban en público, sentirse cuidadas por los compañeros les daba tranquilidad, aunque durante las reuniones nos criticaban esa actitud y nos exigían ser tratadas por igual.

Como había diferentes niveles de riesgo, ya que una cosa era, por ejemplo, entrar a un supermercado y meter una pelotita de ping-pong llena de ácido dentro de los bidones de 5 litros de kerosene que se vendían en ese momento para las estufas y cocinas, hecho que se hacía media hora antes del cierre, para que a las 2 horas, ya disuelta la pelotita, el ácido entraba en contacto con el kerosene y el fuego estaba garantizado y sus propagación rápida también, dándonos 1 hora y media de tiempo para irnos lo bastante lejos del objetivo cuando eso ocurriera, y otra era desarmar a un policía para quedarnos con su arma en una esquina, lo que podía salir eventualmente mal y el resultado podía ser un compañero baleado o muerto. En el primero de los casos, habitualmente entraban una pareja al negocio tomados de la mano, ya que se suponía que de esa forma se evitaba la posible desconfianza de la gente de seguridad y además servía para que, cuando uno se agachaba para abrir el bidón y tirar la pelotita de ping-pong, la compañera lo cubría con su cuerpo para evitar que la maniobra sea vista por alguien. Esas acciones fomentaban la camaradería, ya que también se compartían pequeños secretos entre ellos que no debían ser comentados con nadie de la organización ya que no estaban permitidos, aunque todos los conocíamos, como por ejemplo, pedir un pollo hecho al spiedo con papas fritas en el sector de ‘rotisería’, tomar una gaseosa de la góndola, poner todo en una bolsa y pasar por el baño, donde uno se comía todo, se tomaba la gaseosa y tiraba los restos en el cesto del baño, se lavaba las manos (se comía sin cubiertos), luego llegaba a la caja con un paquete de yerba para no despertar sospechas, y luego salir del supermercado ambos y llegar al punto de control felices y sonrientes, con le objetivo cumplido y el estomago lleno sin haber pagado por lo comido, que si bien sabíamos que de esa forma no le haríamos ni cosquillas al sistema, era una pequeña revancha que nos tomábamos y que nos hacía sentir bien.

Pero volviendo al tema de la relación con nuestras compañeras, todo el ambiente que se vivía propiciaba los noviazgos; la cantidad de horas que pasábamos juntos; las coincidencias ideológicas: los riesgos que compartíamos y los momentos en que nos tocaba simular ser una pareja, tanto para ser correo y llevar periódicos de la organización y no tentar a los milicos que nos paraban a los hombres solos por ‘portación de cara’ y nos revisaban en plena calle. En esos momentos caminábamos tomados de la mano o del hombro pero si la idea que teníamos en mente era avanzar en la relación, se apretaba mas fuerte de lo razonable la mano de la compañera o distraídamente se la acariciábamos levemente para esperar la reacción, y si el sentimiento era correspondido, aunque nunca lo hubieran hablado, ella respondía oprimiendo la mano del compañero, y si, además remataba la acción regalándole una sonrisa luminosa al mirarse ambos a los ojos, no hacía falta que fueran necesario demasiadas palabras posteriormente para iniciar una relación. A partir de allí, la cosa se complicaba pero esta vez con el responsable del grupo, ya que a partir de ese momento debía tratar de no darles actividades juntos, pues se suponía que se distraerían cuidándose demasiado mutuamente y eso entorpecía el cumplimiento del objetivo, ponía en peligro por consiguiente la vida de ambos y se perdía concentración.

Si bien era obligatorio blanquear toda relación afectiva entre los militantes ante la dirección, también era cierto que eso no siempre se cumplía, ya que se corría el riesgo de que a uno de los dos lo trasladaran a otro lugar y eso, inevitablemente, evitaba que se vieran asiduamente.

Este tipo de amores, nacidos al calor de la lucha, si bien estaban teñidos de militancia, también contenían grandes dosis de compañerismo, admiración y afecto profundo y leal.

Desgraciadamente, la cárcel, el exilio y los viajes y traslados forzados a los que nos veíamos obligados, debilitaban la relación y muchas de ellas se frustraron, aunque a pesar de eso, en algunas ocasiones una de las partes, o ambas, no pudo olvidar lo vivido y peor era cuando fue la muerte de alguno de la pareja, caído en combate lo que produjo la separación.

Las historias, entre nosotros, ya veteranos a quienes, como diría Borges, hablando de la vejez, “ya se nos murió el animal o se está muriendo y solo nos queda el hombre y su alma”, son habituales y si bien la chica que perdimos se convierte de ‘linda’ en ‘hermosa’ producto de nuestra fantasía y tendencia a sobrevalorar lo perdido (¿Qué explicación nos daría el viejo Sigmund a esto?), y el resto del grupo lo sabemos, pero como nos ocurre lo mismo con nuestros recuerdos, los aceptamos como lo cuenta el compañero y a nadie se le ocurre mencionar, ni en broma, la exageración de la realidad, y todos asentimos con la cabeza porque respetamos los recuerdos y al compañero, o tal vez porque nuestros hijos y nietos ponen cara de aburridos si intentamos contarles nuestras historias y empezamos a sentir que ya es tiempo de pensar en entregar la antorcha.

Exorcizar los demonios


(De sabihondos y suicidas II)

A veces me pregunto si esto de reunirnos entre viejos militantes y ex guerrilleros bajo cualquier pretexto, tanto sea un asado, unos mates o un café, es porque sentimos una necesidad no declarada de ‘exorcizar’ nuestros viejos demonios que a veces nos visitan sin que los llamemos, y es cuando descubrimos que la amistad y el afecto tienen el don de devolvernos la fortaleza que a veces amenaza con abandonarnos.

¿ Como aparecen en nuestro horizonte psíquico estos fantasmas ?, en realidad no tenemos deudas con nuestro pasado, todas nuestras actividades de aquel entonces tuvieron un para qué, un porqué, y destinatarios muy puntuales que, antes de llevarlas a cabo, fueron pensadas y discutidas entre todos los compañeros. Podríamos asegurar con orgullo que nunca nuestro enemigo fue la clase obrera, nosotros no nacimos para apalear estudiantes ni obreros, mucho menos torturar o violar mujeres y, definitivamente no fuimos nunca ‘desaparecedores’.

En lo personal, tengo una frase que ya conocen mis compañeros y amigos: “Nunca le hicimos daño a seres humanos, solamente a milicos asesinos, y tal vez a algún representante de la burguesía aliada a los milicos ”. Así se puede entender porqué se realizaron algunas acciones, como incendiar algunos supermercados cuando un representante del imperialismo visitaba la Argentina como quien revisa su estancia y era necesario demostrarle al mundo que acá había un pueblo que no olvidaba ni perdonaba las invasiones a países hermanos de América Latina o los intentos de invasión a Cuba, y que si había golpistas dispuestos a recibirlos como si fueran nuestros virreyes, acá había hombres y mujeres que aún tenían dignidad.

Alguna vez, hablando con un ‘bien pensante’ sobre este tema, me planteaba que haber destruido tanta cantidad de alimentos era una falta de respeto para aquellos que tenían hambre, pero le contesté que si él creía que los dueños de esos supermercados estaban dispuestos a repartir esos alimentos no conocía las reglas del capitalismo y que si la clase obrera pasaba hambre, no era por la escasez de alimentos, sino por los precios que ponen los dueños de los alimentos que no están a alcance de los hogares de los trabajadores.

Creo también que esta ansiedad por vernos y recordar viejas historias de militancia, nos hace sentir que seguimos preparándonos para dejar nuestra experiencia a las nuevas generaciones, porque la historia popular, esa que solo pasa por la narración oral de generación en generación, fue cortada por la desaparición de casi una generación, que eran quienes debían ser los referentes de las generaciones actuales, pero hubo un genocidio que no lo permitió y su labor nos corresponde a nosotros como una nueva responsabilidad que nos impone la realidad.

Cada uno desde su nueva trinchera. Para ese será la poesía, para aquel otro, la palabra escrita, para el de mas allá, le está reservada la difusión consecuente y esclarecedora de aquellas luchas, sin temores y sin descanso, porque al capitalismo no hay que darle tregua y cada día que pasa debemos salirle al cruce, en cada escrito, en cada publicación.

Estamos concientes que con el tiempo se fueron aclarando algunas dudas, pero siguen los grandes interrogantes de no haber hecho lo suficiente, de no haber podido salvar la vida de muchos de los 30.000 compañeros nuestros, de no haber sido capaces de llegar mas lejos y quizás, tratando de encontrar respuesta a éstos interrogantes es que nos buscamos, para alentarnos a seguir adelante, para asegurarnos que nuestro compañero no aflojó y encontrar en él, el apoyo cuando nuestras fuerzas parecen languidecer. Y finalmente, pensar que esta vida se nos está escapando entre las manos y queda tanto por hacer.

De sabihondos y suicidas


Siempre buscamos un justificativo, y siempre lo encontramos, el asunto es reunirnos, hablar como si no hubiera pasado el tiempo, y cada tanto, nos buscamos mutuamente por el placer de hablar de cosas que no necesitan mayores explicaciones entre nosotros, con solo mencionar un apodo, ya sabemos de quien se trata, con solo hablar de un lugar, ya sabemos de que hecho estamos hablando y eso nos crea una sensación de camaradería, de complicidad, de esa sensación extraña que a veces sentimos al encontrarnos con compañeros con los que nos une una vida de lucha y un pasado con cosas incumplidas y con muchas otras que hasta hoy, luego de tantos años, no nos cansamos de recordar con alegría y orgullo.

Esta vez fue el cumpleaños de uno del grupo, con la complicidad de su compañera que prometió dejarnos solos en la casa para que habláramos mas cómodos, y como el día no ayudaba para hacer un asado, nos pedimos 3 docenas de empanadas unas botellas de vino y fuimos llegando como por casualidad.

Todos sabemos que las leyendas son eso, nada mas que leyendas y no se les debe exactitudes porque cada uno la cuenta de diferentes maneras y con el tiempo es el pueblo que las toma como propias y quedan instaladas en la memoria colectiva. En nuestro caso se da muy rara vez, ya que cada uno narra lo que realmente vivió y formó parte de su vida, y tal vez por eso nos escuchamos atentamente.

Luego de recibir las empanadas y acomodarnos, como marca nuestra ‘rutina’, charlamos sobre los nuevos libros que salen sobre la lucha de los 70’ y que a veces nos hacen pensar que si en realidad todos los que dicen haberla vivido lo hubieran hecho en realidad, las fuerzas populares hubiésemos sido tantas que seguramente el poder ya sería nuestro, y eso nos molesta bastante, ya que algunos escritores de ocasión cuentan cada pavada con mala memoria y peor justeza, cuando no con mala intención, que dan ganas de ir a buscarlos, pero bueno, estamos en el 2010 y todo lo que es negocio es válido…

Luego de unos vasos de vino empezaron las anécdotas de un tiempo que muchos tratan de llamar ‘pasado’, pero que a otros nos parece de mucho valor histórico.

Todos recordábamos cosas y la rueda se respetaba para hablar por turno. Cuando le tocó al anteúltimo, y con la vista puesta en la computadora del dueño de casa, porque, supongo, no quería que nos diéramos cuenta si se emocionaba al relatarnos la historia dijo: el día que ocurrió lo que voy a contar, amaneció frío, yo estaba viajando desde Córdoba con destino a San Nicolás, para participar de una reunión con compañeros de varias regionales, como era temprano, estuve dando vueltas hasta las 9,30 hs. hora en que debíamos reunirnos en un lugar de la costa. Nos fuimos reuniendo en el muelle de San Nicolás, éramos unos 30 compañeros. Cerca del medio día, comenzamos a subir de a 4 o 5 en dos botecitos a remo y luego de unos 20 minutos llegamos a un pequeño muelle de las islas Lechiguanas, sobre el margen derecho del río Paraná, era un islote chico y desierto con solo tres edificaciones. A medida que llegábamos, dejábamos las armas a un compañero que las guardaba en una casita mas chica al costado de la principal.

Una vez que estábamos todos en la casa principal, una compañera fue la primera en hablar, el informe nos decía que el clima en nuestro país era irrespirable, los dictadores se pasaban el gobierno uno a otro sin importarles el pueblo, este y otros temas fueron desarrollados por la compañera, luego fuimos hablando todos y coincidíamos en la necesidad de organizarnos para enfrentar a los golpistas. Sabíamos que la lucha sería muy desigual, enfrentar a una fuerza de represión formada por fuerzas de tierra, mar y aire, sería una patriada difícil y quizás heroica, sin barcos, sin aviones, ni helicópteros, sin tanques y sin contar con el apoyo económico y tecnológico que recibiría nuestro enemigo por parte de la burguesía nacional e internacional, encolumnada tras la ideología del Banco Mundial y el F.M.I., siempre dispuestos a sostener dictaduras y tiranías que someten a los pueblos y respetan a rajatabla los planes económicos que diseñan sus especialistas para apropiarse de las riquezas de otros pueblos.

Sin duda, el proyecto sonaba a suicida, pero ninguno lo pensó así, debíamos hacerlo, sentíamos, y así lo hablamos, que debíamos dejar a las siguientes generaciones un ejemplo de lucha, demostrar al resto del mundo que la muerte reciente del Ché en combate no surtiría el efecto que ellos buscaban, que en este continente había hombres y mujeres dispuestos a dejar la semilla de la libertad en la conciencia popular.

Sin alargar mucho el trámite, un compañero salteño propuso el nombre y nuestra bandera pasó a ser la que izó el General San Martín en Mendoza, a la que se le quitó el sol y se le puso una estrella de cinco puntas.

Serían las 20 hs. cuando cada uno volvió a su regional con tareas concretas para realizar, luego de ese día la vida de nosotros y de muchos que luego se incorporaron a la lucha cambió para siempre. Ese día, el 27 de junio de 1970, el Comandante Mario Roberto Santucho dio por fundado el ejército Revolucionario del Pueblo.

Terminado su relato se bebió o que le quedaba en le vaso, tal vez para que no se notara que la voz se le quebraba, todos miramos para cualquier parte para no romper ese instante y luego de unos minutos de silencio, donde nadie sabía que decir ni como seguir la charla, alguien propuso poner un tema de los Huerque Mapu para darnos un respiro, porque ya nos estamos poniendo viejos para algunas emociones.

Sobre dependencias y saqueos


Desde que empezamos a concurrir al colegio primario, nuestras maestras nos enseñan que la historia la escribieron generales, papas, reyes y cardenales, aunque luego, y de acuerdo como transcurre nuestra vida, nos vamos dando cuenta que muy rara vez alguno de ellos han ido al frente en las batallas, y mucho menos aún reyes, papas y otras especies parasitarias han pasado hambre por alguna medida económica que hayan tomado. Históricamente en las batallas mueren y/o quedan mutilados hombres que no declararon las guerras, y las grandes hambrunas del mundo también fueron soportadas por hombres mujeres y niños que no habían participado en las decisiones que llevaron a los pueblos a ese hambre. Pero en este segmento que queremos mencionar, vamos a entender que cuando se le da (o lo toma) el poder a un solo personaje o a un pequeño grupo de ‘elegidos’, es muy raro que no sea el pueblo el que termine pagando las consecuencias de los delirios de grandeza o de la ambición de los que detentan el poder.

Tratando de entrar en tema, la historia de América, está signada por el despotismo de quienes, en nombre de Dios o del rey, nos vinieron a invadir por los finales del 1400.

Cuando Colón puso su pié en América, empezó en España y luego en toda Europa, un complejo movimiento económico y financiero provocado a partir de las riquezas robadas al nuevo mundo que terminaron hundiendo al muy poderoso reinado de España y llevándolo a la ruina . Sé que al decir esto muchos dirán que es un disparate, a la luz de las enormes riquezas que obtenían de la rapiña en el nuevo mundo, pero resulta que aunque parezca mentira, no estaba el reino de España preparado para recibir en tan poco tiempo tan cuantioso tesoro, y la incapacidad de los monarcas y sus asesores produjeron un mal al pueblo que padecieron durante años las consecuencias.

Cuando Fernando VII abdica el trono en 1516 y se retira a un convento en Yuste, dejaba a su sucesor, Carlos I el reinado mas poderoso de la historia, con colonias diseminadas por todo el mundo, y con el ingreso de riquezas incrementado por los metales y piedras preciosas que llegaban del nuevo mundo y que parecían no tener fin. Ese supuesto éxito le había permitido formar un ejército poderoso para controlar el país internamente y de esa forma se permitió la intolerancia religiosa de la España de la contrarreforma, pero dejaron sin atención a los hechos y descubrimientos que se producían en el mundo y España se quedaba en una economía feudal, porque el oro que robaba en América suplía las necesidades. Por esta razón España empieza a perder las colonias europeas y viene la decadencia de la que no se podrá recuperar más.

Así las cosas, Carlos I, que pertenecía a la casa de Austria (también lo serían los tres futuros reyes que lo suceden) con una miopía económica y política y por comodidad, basaron su economía en las riquezas que sus ejércitos hacían extraer a los pueblos americanos en condiciones infrahumanas.

El saqueo y conquista de América alteraron gravemente la realidad europea del siglo XVI, porque no solo cambiaron las relaciones de poder entre los estados europeos, sino que de una economía de acumulación característica de la época feudal se pasó a una economía de mercado, pero no obstante el enriquecimiento español –no olvidemos que por ella pasó el 85% del oro y la plata saqueados a America-, no tuvieron, los reyes que la gobernaron, la visión de invertir en tecnología y ciencia y contrariamente a lo que se supone, el dinero lo invertían en largas y costosas guerras que terminaron de empobrecerla.

Se produce en España el abandono de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las ciudades buscando un mejor nivel de vida, cuando no, empujados por la euforia general para alistarse en alguna expedición, buscando participar del saqueo.

Como si eso no fuera suficiente, medio millón de hidalgos, que juzgaban una afrenta todo trabajo que no sea al servicio de Dios y del rey, eran una pesada carga para las arcas públicas, que por supuesto, eran mantenidas por los impuestos al pueblo trabajador.

Desde el primer momento de la invasión al nuevo mundo, España impuso el monopolio sobre sus dominios coloniales, lo que despertó la codicia del resto de los reinos europeos, que termina por engendrar guerras y piratería a los barcos cargados con riquezas provenientes de América. Todo contribuyó a la decadencia durante los reinados de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665) y se agravó tanto que ciudades como Toledo, Zaragoza y Segovia, otrora prósperas, se vieron obligadas a cerrar el 60% de sus telares y al poco tiempo, toda España se vio obligada a depender de las industrias inglesas, holandesas y genovesas, lo que trajo una desocupación aún mayor entre los trabajadores, y si bien los burgueses y nobles también sintieron la crisis, siempre les quedaba como opción, la clásica salida de la clase parasitaria, trasladar la crisis a los pobres, reduciendo salarios y aumentando impuestos.

La codicia del reino español, lo llevó a someter a su pueblo a un proteccionismo riguroso y la prohibición en América, de establecer y desarrollar industrias. Esta política dejó desprotegido a nuevo mundo ya que en el siglo XVI, las colonias no podían comprar a otras potencias como Inglaterra y Holanda las manufacturas que le eran imprescindibles, tampoco podían desarrollar su industria y a su vez, España ya no tenía industrias para poder proveerlos. Carlos I en 1552, se ve obligado a prohibir la exportación de las manufacturas españolas porque apenas si podían atender las demandas de su país y debió permitir que el virreinato del Perú desarrollara industrias obrajeras, luego en 1558, Felipe II tratú de modificar esa política para desarrollar la industria en España, pero ya era tarde, y las expresas instrucciones que recibe el virrey Francisco de Toledo en 1589, prohibiendo el tejido de paños en Perú, no pudieron ser aplicadas pues había dos razones fundamentales para no cumplirlas. Los precios de los paños tejidos de Castilla eran pocos y muy caros para la población y por otro lado, el virrey debía dejar trabajar a los indios para poder cobrarles tasas y tributos.

El tráfico marítimo en España y sus colonias sufría, además, el ataque constante y sistemático de la piratería, toda Europa quería llevarse su tajada de las riquezas de América, a tal punto que la reina de Inglaterra alentaba estos ataques y llegó a otorgar títulos nobiliarios a los depredadores ingleses de otros depredadores, o sea, los españoles.

Isabel I de Inglaterra inicia formalmente esta actividad, en 1569 armó la nave ‘Jesús’ y la mandó a saquear todo barco mercante que cruzara el Atlántico, años mas tarde se asoció al pirata Francisco Drake y con una poderosa escuadra salió a saquear todas las rutas comerciales conocidas. A su regreso, en 1579 . el pirata Drake entraba triunfante al puerto de Inglaterra llevando en las bodegas un botín que superaba el millón de ducados y, olvidando todo recato, Isabel I se sumo a los festejos con que se honró al pirata, que de paso recibió de manos de la reina un título nobiliario. Era el premio por saquear, matar y robar bienes ajenos, pero claro, se lo robaban a otros que a su vez también lo habían robado…

Queda claro que el monopolio jamás tuvo el propósito de fomentar el bienestar de las clases bajas cuando lo establece la clase alta, muy por el contrario, al no tener en cuenta las deficiencias estructurales de la pobre industria española, tendió a hacerla deficitaria primera y aniquilarla después.

En América, con una economía tributaria y dependiente, con una agricultura diezmada por el abandono al que por la fuerza la condenó el trabajo en las minas y con una industria y comercio limitados por los fines monopolistas de España, América era un continente que sufría los efectos de la crisis estructural de la conquista.

A comienzos del siglo XVIII, cuando cesa el monopolio y se ven amenazadas las utilidades de los dueños de los medios de producción, la esclavitud llegará a límites inconcebibles y ajustarán más los mecanismos de explotación. Nunca antes el pueblo fue tan brutalmente explotado. Tal era el estado de penuria que vivía América en 1780, cuando José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru, asumió la gigantesca y heroica tarea de la redención indígena.

Agosto de 1896: La gran huelga ferroviaria


A veces pienso que la juventud puede creer que las grandes luchas sociales necesitaron un dirigente o un gremio para realizarse, pero si bien es bueno agremiarse y tener una organización que organice y respalde la lucha, no siempre fue así y para ser sincero, a veces creo que las luchas sin claudicaciones se llevaron a cabo sin los grandes gremios ni los famosos dirigentes, salvo honradas excepciones.

Cuando finalizaba el siglo XIX, y a clase burguesa se preparaba para celebrar el primer centenario (1910), con gran despliegue de recursos y festejos, la clase obrera estaba pasando por uno de los momentos más angustiosos de su historia, víctima de trabajo semi-esclavo, sin descanso dominical ni cobertura, ni leyes que los protegieran, enriquecían a los patrones a costa de su salud y dejando su vida en cada fábrica o estancia. Por su parte la clase dominante se sentía dueña del país, sus estancias daban ganancias exuberantes, la exportación de lana, cuero, granos, más el manejo del Estado, representados por presidentes que ponían a su antojo, con un ejército listo para reprimir cualquier revuelta obrera, y con un ejército paralelo llamado ‘Liga Patriótica’, que no era otra cosa que grupos parapoliciales de hijos de familias enriquecidas que hacían las veces de policía y amedrentaban, golpeaban, torturaban y mataban a gente con una impunidad que más de un genocida de nuestra época envidiaría.

Estos grupo estaban armados y organizados desde a incipiente Sociedad Rural, que, gracias a la venta de sus productos al extranjero veía como el dinero le entraba a raudales sin esfuerzo y sentían que el poder estaría en sus manos por centurias.

Con todo el poder a su disposición se sentían tan seguros que las primeras huelgas, de panaderos y yeseros, no lograron preocuparlos ni hacerles perder el buen humor y ritmo de vida, pero no supieron ver que en Europa se cocían otras habas que no tardarían en llegar a nuestras tierras. La Comuna de París había cambiado aquella idea que aseguraba que el que había nacido para esclavo debía aceptar su destino ya que todo respondía a un orden natural. Ya Marx y Engels habían publicado el Manifiesto Comunista y varios de sus escritos, y sus libros recorrían Europa con un mensaje claro y definitivo: que el destino se la clase obrera se puede cambiar si sus componentes se unen.

Las nuevas ideas estaban llegando a la Argentina dentro de los ataditos de ropa que traían los inmigrantes y tenían forma de libros, que fueron traducidos y difundidos entre los obreros y el pensamiento libertario de Marx, Bakunin y las historias de las luchas obreras que se libraban del otro lado del mundo cambiaban la forma de pensar de los trabajadores.

A raíz de un accidente ferroviario, donde un ‘niño bien’ fue arrollado por un tren, su maquinista fue detenido acusado de asesinato y trasladado desde Rosario a la Capital para ser juzgado, Sus compañeros, en un acto de solidaridad proletaria inédito hasta ese momento, deciden realizar un paro hasta que liberen al compañero Smith, y toda la línea del Ferrocarril Central Argentino se detiene, dejando sin ese servicio a gran parte de la producción de los terratenientes sin poder llegar a destino, que, ansiosos porque sus productos puedan llegar a embarcar rumbo a Europa. Usando su poder con el gobierno y sus jueces, logran liberar al maquinista, y a los tres días, fletan un tren especial solo para llevar a Smith hasta Rosario, su lugar de trabajo y poder detener la huelga que los estaba acuciando. Cuando Smith llega a Rosario, sus compañeros lo llevan en andas como señal de triunfo. Ese hecho demostró a los obreros que la fortaleza solo la da la unidad. La patronal inglesa se pone en guardia.

El 13 de Agosto de 1896, en los talleres ferroviarios de Tolosa (cerca de La Plata, provincia De Buenos Aires) unos 700 obreros calificados, más los peones, deciden presentar un petitorio exigiendo 8 horas de trabajo, descanso dominical sin modificar el salario y el pago de horas extras. Por supuesto la respuesta de la empresa fue un rotundo ¡NO!. Los obreros realizan una asamblea y deciden declarar la huelga. La empresa de capitales ingleses, recurre al gobierno pidiendo represión, y éste envía a la policía a caballo a reprimir la huelga. En otra asamblea se resuelve continuar la huelga y solicitar la solidaridd de todos los ferroviarios del país (ya tenía la Argentina 72.000 kilómetros de rieles), inmediatamente los talleres de Caballito, en la Capital Federal, se pliegan. Le siguen los talleres de Solá que era el segundo conglomerado ferroviario más grande del país y 1.000 operarios se pliegan a las exigencias de sus compañeros. Una a una las estaciones de tren de todo el país se pliegan, los obreros usaban el telégrafo del ferrocarril para comunicarse y se pasaban información en código Morse entre ellos, usando los mismos equipos del ferrocarril.

El 15 de Agosto se pliegan los siderúrgicos de las empresas más importantes y los obreros del frigorífico La Negra, en la Capital los trabajadores de la fábrica Alpargatas, los operarios de tranvías adhieren y se pliegan a la lucha. Los ingleses, desesperados pero no dispuestos a que obreros les disputen sus ganancias, piden una dura represión al gobierno, pero ya eran mas de 20.000 los huelguistas, trabajadores sin gremio, sin dirección pero con un alto sentido de la legitimidad de sus reclamos, estaban conociendo el valor de la solidaridad y la lucha.

La empresa trata de traer extranjeros para suplantar a los huelguistas y publican avisos en diarios italianos solicitando trabajadores ferroviarios, ofreciendo altos sueldos, pero ya estaba la Internacional Italiana que había organizado las primeras movilizaciones del 1* de Mayo desde hacía 4 años, trabajando y aclarando a los obreros genoveses que no vinieran, que su trabajo sería el de rompehuelgas y llamaba a solidarizarse con las luchas, por lo que el intento de la patronal fracasa.

La lucha duró 3 meses, y aunque no se lograron todos los puntos del petitorio, la semilla sembrada hizo que la clase obrera decidiera pasara a ser protagonista de su propia historia.

La voz imprescindible


En estos tiempos, cuando muchos fueron convencidos que hay demasiadas cosas que son necesarias resolver en el día a día y que los grandes problemas pueden/deben esperar para mas adelante, que hay que vivir la vida, y no hacerse tanto problema, ya que además, como si fuera poco, no se pueden resolver así como así, una voz, desde una pequeña isla del Caribe Rebelde, una voz tan precisa e imprescindible, nos sacó de la locura cotidiana para recordarnos que ante todo somos seres humanos, que el planeta no tiene sustituto, que la paz y el cuidado del mundo deben estar en la mente y la agenda de todos, ciudadanos y dirigentes.

Para hablar de la paz y el cuidado de la tierra, debemos hablar de capitalismo y socialismo. Pensar la humanidad como una actividad no sujeta a salario, no porque nos pidieron una nota en un diario o revista, Hoy solo unos pocos tienen una visión de las próximas décadas, porque pensar la vida no es fácil, porque para que seamos multitudes quienes nos preocupemos por esos problemas, necesitamos que todos tengamos acceso a la información veraz, a la literatura, a la lectura, a la cultura en general, al ocio, ese ocio que tiene tan mala prensa pero que nos da el tiempo para el razonamiento, y que nos ayudará a tener conciencia de nuestras responsabilidades como clase social. Pero claro allí está el capitalismo para frenar nuestra fantasías con su tecnificada propaganda, enseñándonos a conocer solo lo que a ellos les interesa, nos llenan los manuales escolares con historias de depredadores de la naturaleza, las ‘hazañas’ de Julio Cesar, al matar miles de seres humanos para apoderarse de bienes y tierras, o Carlomagno fundando otro imperio a costa de sangre y lágrimas , pero si hoy le preguntáramos a muchos estudiantes acerca de la importancia en la liberación latinoamericana que tuvieron las batallas de Carabobo, muy pocos la tendrían presente, porque esas batallas las libraron los pueblos originarios de nuestro continente para evitar el saqueo, para enfrentar una invasión, no para depredar, no para saquear pueblos, y esto sucede porque ellos, los capitalistas, necesitan que tomemos a los agresores como nuestros referentes de gallardía, coraje y valor y no a los pueblos que en inferioridad de condiciones salieron a hacerles frente a los invasores para defender su soberanía y su dignidad.

Es imprescindible hoy que pensemos en el socialismo para resolver nuestros problemas, debemos conseguir que la clase obrera tome conciencia de su existencia como clase indivisible, que tiene la fuerza ya para poder luchar contra la otra clase, y es ese proletariado que deberá proponerse eliminar, además de las formas de explotación del prójimo, el ataque que el capitalismo está realizando al planeta y que nos llevará, si no lo detenemos, a la desaparición como especie.

De nada sirve creer que si yo obtengo valores materiales estaré mas seguro, cuando el planeta se desmorone, se desmoronará para todos. La lucha individual por la existencia debe terminar, porque esa es la verdadera globalización que han producido, el daño nos hermanará en las consecuencias, y solo sí el hombre logra detenerlo saldrá –en cierto sentido- definitivamente del reino animal. La humanidad saltará, de una vez por todas, del reino de la necesidad artificial al reino de la libertad.

Sobre la burguesía


A veces uno se pregunta por qué el poder les atrae tanto y entonces trata de leer algo al respecto, y algunas veces uno se encuentra con analistas que nos hablan de que el poder es atractivo, nos hablan de la sensualidad del poder ( ? ) y hasta llegan a pensarlo como algo erótico (…), pero no es así como ellos (los burgueses) lo ven, para ellos es mucho mas que eso, el poder es el sostén de su ideología, porque solo por detentar el poder son lo que son.

Ya en 1789, para no ir más lejos, cuando el pueblo francés sale a la calle, toma prisionero a Luis XVI y a toda la corte y decide ejecutarlos, la burguesía, que habían sido los sostenedores del poder real, al ver que condes, marqueses y caballeros de la nobleza salían corriendo de Francia hacia otros países que le ofrecieran protección de su linaje, los burgueses, por temor a los trabajadores, no dudaron un instante en abandonar el barco del reino y pasarse al bando contrario, temerosa de que sus nombres estuvieran en la lista de gente a guillotinar y en un intento desesperado por no perder sus posesiones y, una vez que fueron equivocadamente admitidos en las Asambleas, juraron compartir los ideales de la case obrera, solamente por el terror que les despertaba la posibilidad de que el pueblo esté en el poder.

Ni lentos ni perezosos pusieron a los más lúcidos de sus intelectuales a discutir en las asambleas a fin de frenar el avance de los proletarios, aceptaron presurosos a hablar de libertad, fraternidad e igualdad, apoyaron algunas mejoras para la clase obrera, todo para no tocar el tema de la propiedad privada, que era (y es) la última frontera que no estaban dispuestos a cruzar.

Al poco tiempo, luego de declarar la primera república (1792) colocan a Napoleón como el abanderado de los derechos establecidos por la Asamblea y luego de volver a formar un ejército poderoso y listo para reprimir cualquier sublevación, lo coronan emperador (1804) y …todo volvió a la normalidad.

Tal es así que fueron los mismos burgueses que hablaban de igualdad, fraternidad y libertad, los que no dudaron tampoco en tomar partido por la matanza de obreros durante la comuna de París (1871) y todo eso por la … propiedad privada.

Han pasado muchos años y la demostración de la verdadera ideología de la burguesía es capitalista, antiobrera y represora, aunque se presente de diferentes vestiduras, fueron incontables en la historia del mundo. En nuestro país cada vez que vieron peligrar sus posesiones, miden las fuerzas y si sus analistas les dicen que en tal lucha vencerán los poderosos, corren a sumarse a la represión sin mezquinar esfuerzos, así sucedió durante la Semana Trágica (1919), así actuaron durante la matanza en las grandes huelgas de la Patagonia (1921), contra La Forestal en la Mesopotamia, y más acá durante la dictadura militar (1976), pero no obstante esa historia de muerte y represión que los sigue a través de la historia, cuando vieron en el 2001 que los militares ya son tenían autoridad ni prestigio, no dudaron en cambiar sus vestiduras y ponerse del lado del pueblo y, una vez más, sacaron a sus mejores oradores y profesionales para frenar a la multitudes, de esa manera logran infiltrarse entre la case obrera y con sus largos discursos y análisis, que no eran otra cosa más que manipulaciones dilatorias, lograron, una vez más, devolver el poder a los mismos políticos corruptos que habían causado la crisis.

Los únicos que pudieron sacudirse la opresión de la burguesía, sólo porque ésta estaba muy ocupada en detener el avance de las luchas en la crisis del 2001, fueron las fábricas y empresas recuperadas por los trabajadores, pero no obstante los avances que éstas lograron ya están siendo amenazadas por el poder, ya los jueces están trabajando para dejar esas tomas sin efecto, ya están cerrando filas junto a su clase para que no quede vestigio de esas luchas ni esos logros.

Hoy nos convocan a votar tantas veces como posibilidades tienen de desdoblar las elecciones y así nos entretienen haciéndonos pensar en cambiar este o aquél político, a este o aquél partido, a fin de que no tengamos tiempo de pensar en cambiar el sistema, ese sistema que les asegura la propiedad privada. Perdón... quise decir la democracia.

27 de agosto de 2010

Nosotros Declaramos Al Pais En Emergencia

Si tomamos etimológicamente la palabra “emergencia”, sabremos que significa salir de dentro de algo, o sea, de algún lugar donde uno estuvo ocultado o encerrado, y entonces nos preguntamos si en realidad este sistema perverso quiere declarar la emergencia porque siente que ya no aceptaremos estar mas encerrados, que esa forma de ocultar los males que sufre el pueblo ya no pueden seguir ocultándolos, pero esto no es nuevo en nuestro país:

A principios del siglo pasado, un hombre simple, compuso una obra musical que dio en llamar “Marcha de San Lorenzo”, una pieza musical para honrar a la primer batalla que libró el pueblo en forma militarmente organizada para terminar con el dominio español en 1812. Esa marcha es una de las piezas musicales mas ejecutadas y cantadas de la historia argentina, y fue grabada por las grandes bandas del mundo por su musicalidad y marcialidad, no obstante eso, su autor Cayetano Da Silva, solo recibió una felicitación en su legajo de agente de Policía, ya que ese era su oficio. Nunca recibió un centavo por ese trabajo que desde ese entonces se toca en cuanto acto oficial, desfile militar o acto escolar se realiza. No contentos con eso, al morir Da Silva, su familia quiso que los restos fueran depositados en el Panteón Policial como le correspondía por pertenecer a esa institución, pero esa ‘institución señera de la Patria’ le negó ese derecho por …ser negro, ( a lo que se podría agregar que también era pobre) y esos ‘delitos’ el sistema no los perdona.

Hoy, en absoluta sintonía con esa ideología, nos siguen excluyendo de nuestro derechos, de nada vale que la Constitución los declare con fuerza de ley, para el sistema esos son meramente declarativos, la realidad es que tanto la clase alta como la clase media, tan fáciles de asustar, se han puesto de acuerdo (como es habitual en estos casos) para criminalizar mas a la pobreza, y no faltó un ‘campeón’ de la democracia que proponga mas cárceles y menos escuelas, que no conformes con la policía existente, crean una nueva que promete mas represión y la habilitación de elementos de tortura, tales como pistolas que producen descargas eléctricas, con la complicidad de la sociedad bien pensante que mira para otro lado y pretende no enterarse de la ilegalidad de estas medidas, y de esa manera empezar a olvidarse de los Derechos Humanos, bandera que enarbolaron militantemente mientras los involucraba a ellos, pero que ahora, cambiando el discurso, parece que terminaron la frase con un ; “Derechos Humanos si,… pero tampoco la pavada”.

El país está en emergencia, de eso no hay duda, pero en emergencia habitacional, educacional, sanitaria, están en emergencia los pibes que no pueden tener un techo, estamos en emergencia los adultos que no tenemos un trabajo estable ni sueldos dignos, los viejos con jubilaciones humillantes.

Es el pueblo el que declara la emergencia en la Argentina ante la inseguridad de perder el trabajo, de tener trabajo ‘en negro’. Los jóvenes declaran la emergencia por la inseguridad de ser reprimidos por la Policía corrupta y torturadora, y es una necesidad organizarnos y defendernos. Debemos autoconvocarnos desde los inquilinatos, los conventillos, los barrios obreros, las villas de emergencia, ocupando los Centros Culturales Barriales, los Clubs de barrio y hasta las plazas para realizar Asambleas Populares y tomar, juntos, medidas que nos permitan enfrentar las consecuencias que seguramente sufriremos cuando ‘ellos’ se junten y declaren la emergencia de su clase.

Ramiro Ross

22 de agosto de 2010

La Verdadera Inseguridad

No se sienta culpable si no lee esto, estimado lector, yo tampoco leería una nota que tenga este título, ya se ha escrito tanto sobre el tema que nos están agotando, y no inocentemente…, pero me gustaría que Ud. y yo, juntos, tratemos de entrarle al tema desde la puerta de servicio y no desde la puerta principal, porque esta historia también tiene entrada de servicio, porque a pesar de que está escrita por los señores de la casa, también existe la historia de nosotros, los laburantes, esos que no podemos hacer uso de la puerta que está reservada para gente bien pensante.

Hay varias formas de llegar al inconciente de la gente, y los formadores de opinión son profesionales en eso de convencer de que las cosas son como ellos la cuentan, pero veamos primero un ejemplo. Si quisieran convencernos, por caso, de que la inseguridad viene por los ‘motochorros’ y que debe ser prioridad para cualquier gobierno combatir ese ‘flagelo’ con todas sus fuerzas, ellos saben que hay, entre otras, tres formas elementales para ese fin: a) Repetir una información que involucre a un pobre en un robo constantemente para que nos parezca que eso sucedió muchas veces y no una. b) Usar dos tipos de comunicadores opuestos, por un lado uno que tenga imagen ‘doctoral’ (podríamos mencionar a Grondona), para convencer a la clase media y también un comunicador con imagen ‘popular’ y que parezca muy ‘natural’, que podrían ser Tinelli o Susana Gimenez, para que traten de convencer a las clases populares, ya que ellos son escuchados desde otra actitud, entre los bailes, entrevistas a gente de la llamada ‘farándula’ y demás pavadas, uno está menos advertido y el mensaje no pasa por el filtro de nuestro conciente, como podría suceder en el caso de Mariano Grondona, ya que sabemos que responde a una ideología determinada y los otros dos ‘parecería’ que hablan desde el saber popular sin segundas intenciones.

Estos mensajes y discursos vienen desde la época del virreinato. Ya en La Gazeta de 1810, una nota de un acaudalado caballero denunciaba la huida de un esclavo y exigía a las autoridades policíacas que salieran a buscarlo porque el consideraba esa huida un robo a su propiedad privada, y describía al Pardo Ramón Agüero como “perezoso, joven, retobado y haragán” (hoy, en esa descripción, entraríamos la mitad del conurbano bonaerense…), al tiempo se supo que el “retobado” Agüero había huido para alistarse en el Ejército de los Andes, que luego siguió al General Belgrano en el ejército del Norte, desempeñándose gloriosamente en las batallas de Salta y Tucumán, donde cayó sirviendo a la Patria.

También podríamos recordar a las “mujeres deshonestas”, esas que históricamente fueron rechazadas por la sociedad, esas que las “señoras de familia” miraron (y miran) con desprecio, y entre ellas podríamos recordar a Lucía Montes, prostituta de profesión, que marchó con el ejercito del Norte y capitaneando a un grupo de mujeres de su misma profesión, no dudaron en romper sus enaguas en plena batalla para vendar con ellas a los soldados heridos, salvando centenares de vidas, que luego fuera nombrada Capitana del Ejército del Norte, por ese General Belgrano que sabía poco y le importaban menos los ‘protocolos palaciegos’ del Cabildo de Buenos Aires.

Demás está decir que ni el ‘acaudalado caballero’ ni las ‘señoras de familia’ figuraron en las listas de quienes dieron su vida por la Patria. Lucía Montes jamás recibió la pensión de Capitana que le correspondía ya que le Cabildo lo consideró de ‘mal gusto’ y murió en la miseria, y al Pardo Aguero hoy ni una calle lo recuerda. El sistema que sostiene el pensamiento único, solo nos muestra la historia que nos quiere mostrar.

Volviendo a nuestros días, hoy cuando un empresario toma un obrero pagándole ‘en negro’, o sea, sin aportes jubilatorios, sin pagar a una obra social, sin pagar aguinaldo, sin pagar vacaciones anuales, ese empresario está robando al país y al trabajador el valor de, por ejemplo, un celular a cada uno por mes, o sea que le robó el valor de 24 celulares por año (algo así como $ 10.000), sin embargo no aparece en ningún medio de comunicación , pero si algún pibe se roba un celular aparece la noticia varias veces al día para que creamos que estamos amenazados por esos seres “negruzcos y haraganes”, y por esas mujeres innombrables y representan a nuestros verdaderos enemigos, pero solo lo hacen para que no veamos a los verdaderos ladrones.

No hay dudas que nos muestran los males menores para que no pensemos en los mayores, ya que estos últimos los involucra a ellos, una vez mas solo nos cuenta la historia que nos quiere contar, solo queda en nosotros plantearnos ¿ quienes son los responsables de la verdadera inseguridad ?

Ramiro Ross

18 de agosto de 2010

MILAGRO O REVOLUCION

Los cambios que debemos realizar en América Latina son imprescindibles ( ésto viendo los hechos de crisis que se están produciendo en el corazón del imperio), si es que no queremos terminar pagando los desastres financieros que hicieron y están haciendo los gobiernos burgueses con su economía. Cambios de tal magnitud e importancia que ponernos a discutir si será un milagro o una revolución lo que se necesita es una pérdida de tiempo, de un tiempo que no tenemos …

Lo importante es no detenernos en discusiones con esas ideologías que nos mandan desde el norte de la mano de algún aprendiz de Fukuyama o algún pastor evangelista , a los que ya nos quieren acostumbrar, y que sin ninguna inocencia nos dirá que no podemos cambiar nuestra historia, o lo que es mas explícito, ¡¡¡ que ni lo intentemos !!!.

¿ A que se refieren estos ideólogos del capitalismo? Pues a no cambiar nada, a que si somos pobres y hay gente con hambre en un país que produce alimentos suficientes como para abastecer a 30 veces su población es cosa del destino al que jamás podremos cambiar, y que no debemos buscarle explicación, intentando siempre evitar que pensemos libremente; (ojala recordemos lo que decía el comandante Guevara “al capitalismo no hay que creerle ni un ‘tantico’ así”).

También debemos estar preparados para escuchar que desde el nacionalismo nos advertirán: “El padre de la patria lo hubiera resuelto de tal manera”. Desde las religiones nos sentenciarán: “Solo podemos rezar y pedirle a Él que cambie las cosas”. Y desde algunas izquierdas nos recordarán que la solución se debe buscar en algún escrito de Lenin, Trotsky o algún otro, intentando de esa manera que no tengamos pensamiento propio, acorde al momento histórico que nos toca vivir, y claro, esas discusiones nos paralizan y no nos permite crecer.

Debemos recordar a nuestros referentes, pero sin endiosarlos. Tomar de ellos sus legados intelectuales y sus experiencias de lucha, pues nos permiten enriquecer nuestro análisis, pero sabiendo que las soluciones que estamos buscando las encontraremos en las experiencias de la clase obrera hoy y aquí. Si aquellos trazaron el camino hasta ahora, el tramo que nos toca construir es de nuestra exclusiva responsabilidad. Cuando logremos transformar nuestra América del Sur en un lugar sin explotados ni explotadores, cuando surja el Hombre Nuevo, solidario, digno y preocupado por la cultura, el trabajo y la creación de esa nueva sociedad, quizás algunos lo llamen milagro, quizás otros lo llamemos revolución, pero sabremos que hemos cumplido con nuestro deber de clase.

1 de agosto de 2010

Festival Resistencia Cultural

AHORA VIENEN POR NOSOTROS 1977 – 2008

Nunca figuró en las listas de los desaparecidos, aunque al verlo enfrentar a los gendarmes durante las marchas parecía que ‘trataba’ de ser incluido en alguna. Era el incansable, era el primero en llegar a las reuniones, el que conseguia quien duplicara los volantes, quien encontraba una casa ‘limpia’ donde hacer una reunión. Los compañeros lo admiraban, era un referente4, ese ‘compañero valioso’ que de tanta actividad se había olvidaba de estudiar (como tantos de nosotros), de entender el porqué.

Hay que entender que la lucha contra la dictadura no nos daba tiempo para prepararnos como queríamos, había que salirles al cruce en cada barrio, en cada esquina y claro, los estudios se postergaban, las lecturas quedaban para mas adelante, “ya vamos a tener tiempo cuando los echemos” era la frase del momento.

La cárcel nos separó, al terminar la dictadura no volvimos a vernos. Pasó el tiempo, yo me había alejado del partido en que militaba y ya lo había olvidado, hasta que en una esquina lo vi, estaba canoso como todos nosotros, pero no dudé un instante, era él sin duda, solo me hizo titubear su actitud, la forma de estar vestido. Su traje de impecable corte, su celular de última generación que llevaba permanentemente en su mano como aquellos que lo usan cada tres minutos durante todo el día, su mirada, que se yo, hay actitudes que nos dicen que las cosas ya no son iguales.

Luego del abrazo –no muy efusivo de él- aceptó tomar un café, que yo creí imprescindible por toda la historia de luchas que nos unía, y ahí me contó; era gerente de una empresa norteamericana. Sí, esas que habían comprado parte de las ‘joyas de la abuela’ y estaban llevándose el esfuerzo de tres generaciones de argentinos.

Con ingenuidad de mi parte, traté de explicarle que nuestra generación era necesaria para esta parte de la lucha, que el imperio se estaba cayendo y necesitábamos de todas nuestra fuerzas para asegurarnos que nunca mas vuelva a someter a los pueblos, que ése sería nuestro legado para las próximas generaciones. Con un poco de pudor (pero muy poco) se disculpó diciendo que se había casado y que a sus dos hijos tenía que asegurarles el futuro.

Al separarnos lo miré irse rápidamente, casi como una huida. Yo era el pasado, ese pasado que le molestaba, lo de él era el futuro ‘su futuro personal’. “Yo ya hice mi parte –me había dicho-, tengo derecho a preocuparme por mi”.

No se fue sin decirme que admiraba mi coherencia (argumento que aprendió, seguramente, en algún curso de ventas).

Su voz no tenía fuerzas, sus ojos habían perdido aquel brillo, sus palabras me sonaron muertas. No sé si por perdonarlo o por qué, pero caminé un rato pensando que no solo se llevan nuestra riquezas, sino que ahora vienen por nosotros, para robarnos hasta nuestra condición humana.

28 de julio de 2010

Entrevista de Canal 4

HONESTIDAD BRUTAL

La debacle económica europea, conocida como “La crisis griega”, se da en momentos en que las comunicaciones, a partir de las últimas tecnologías, recorren el mundo mas rápido que la maquinaria del capitalismo para controlar la información, y así asistimos a frases y confesiones, estudiadas o espontáneas, que ponen a prueba nuestra ya vapuleada capacidad de asombro, al menos a los que aún conservamos algo de ella, antes que el sistema logre esconder sus vergüenzas.

A principio de junio, de éste 2010 tan lleno de noticias preocupantes para el futuro del mundo, hemos podido ser espectadores (u oyentes) de un acto de honestidad brutal que proviene de un sector del que no estamos acostumbrados a escuchar estas cosas. Un diputado alemán que, posiblemente cansado de escuchar discursos encendidos por parte de su parlamento donde aseguraban que Alemania estaba ayudando a sus ‘hermanos’ griegos de su crisis a costa de su propia economía, al prestarle miles de millones de euros, y que esa actitud ‘solidaria’ por parte de Alemania, era una muestra de la conciencia de responsabilidad global que la creación del euro había despertado en la comunidad etc.,etc.

Al hacer uso de la palabra, nuestro diputado de marras, tomó el micrófono de su banca, puso cara de estar asqueado de tanta hipocresía y desarrolló la verdad de toda (todas) la (las) crisis de los últimos siglos.

“…debemos sincerarnos si queremos hablar de este tema (exclamó), todos sabíamos que la crisis se avecinaba y solo supimos ver el excelente negocio que nos reportaría, nuestros banqueros tomaron dinero al 2% de interés para prestárselo a Grecia al 6 % , y luego seguir haciendo lo mismo con el resto de las naciones que (repitió) sabíamos de antemano seguirían ese camino. Hemos condenado a varios países a la pobreza por muchos años con nuestra actitud.”

Esa pequeña lección de ‘capitalismo ilustrado’ nos debería (¿lo logrará?) hacer reflexionar sobre nuestra deuda externa, sus consecuencias y su legitimidad. Cuando un préstamo de la banca internacional llega a un país del tercer mundo, su objetivo final no es solamente que sea devuelto el dinero, que habitualmente ni siquiera llega a cumplir el objetivo para lo que fue solicitado, sino que representa la llave para apropiarse de los bienes del país receptor. Como parte de la negociación del préstamo, exigen que se privaticen sus empresas nacionales, sus vías férreas, sus minerales, su petróleo, su interés está centrado en el patrimonio nacional, porque al perder su patrimonio, el país está perdiendo, entre otras cosas, su capacidad de pago y la deuda se transforma en interminable , y si a eso le agregamos que negocian también sus tratados de libre comercio, con el que nos llenan de sus productos excedentes, se aseguran que para seguir ‘honrando’ la deuda, esos pueblos deberán ir entregando su patrimonio, enajenando su futuro y terminar produciendo lo que los países centrales les permitan. (…además de pagar los intereses de la deuda…).

A raíz de la conmemoración del bicentenario, un grupo de compañeros veníamos acompañando a los pueblos originarios y cuando desde los balcones oficiales les hablaban de ‘integrarlos’, un Cacique que marchaba a mi lado me preguntó: ¿ Uds. nunca le dijeron a sus dirigentes que si la idea de ‘integrarnos’, es participar de su capitalismo nuestra respuesta es que no queremos?. En ese momento me pregunté por qué será que esa gente con tan pocos libros leídos, pudo aprender en poco tiempo lo que muchos de nuestros profesionales y políticos nunca comprendieron a pesar de haber estudiado tantos años, o ¿Será que está llegando el momento de que seamos nosotros los que les digamos basta y salgamos encolumnados con los pueblos que desde su sabiduría ancestral nos están indicando el camino?