LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRAS RAÍCES.

POR LAS VOCES PROHIBIDAS EN LAS PÁGINAS DE LA HISTORIA OFICIAL.

POR LA MEMORIA ACTIVA, POR UNA JUSTICIA POPULAR Y SOCIAL.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR LOS VERDADEROS REFERENTES

QUE LUCHARON Y LUCHAN POR UNA HUMANIDAD MEJOR.

LA MURALLA TOMA PARTIDO POR NUESTRA GENTE, COMPROMETIDA Y SOLIDARIA.



9 de agosto de 2013

LA EDUCACIÓN IV

Según una vieja definición de la educación, ésta tiene por objetivo preparar a los miembros de una comunidad en los conocimientos, habilidades y destrezas para la convivencia en sociedad, y nosotros pensamos que, si bien se puede ajustar a nuestro parecer, quizás, en un arranque de soberbia no justificada, podríamos afirmar que es incompleta, pero necesaria como punto de partida para el análisis sobre el tema que nos preocupa.

Durante la edad media, en occidente, la única verdad la expresaba la Iglesia y la fe. El saber acerca de las cosas no tenía por sí mismo una forma propia de fundamentación e inteligibilidad. Para los que detentaban el poder, el conocimiento se apoyaba en la interpretación de las llamadas “Sagradas Escrituras” y algunos autores clásicos como Aristóteles (384-322 a.C.). Según la Iglesia, la razón humana, al ser imperfecta frente a la razón divina, debía subordinarse a la palabra de Dios, que estaba guardada en la Biblia, por ende, las fuentes de la verdad eran la tradición (los clásicos) y la revelación divina (la Biblia). Conocer era exégesis (entendida como la forma de entender el significado de los textos solo a través de algunas “autoridades”) y explicar el mundo en función de su lectura, y claro, solo ciertas “autoridades” tenían la “verdad revelada”, la “palabra santa”. Con el tiempo, con la invención de la imprenta y la traducción que hace Lutero de la Biblia al alemán, estos libros comenzaron lentamente a llegar al pueblo y por lo tanto rápidamente quedaron en evidencia sus contradicciones y sofismas.

Por otra parte, el empirismo valoraba la experiencia, al punto de negar el carácter universal y necesario de la ciencia fáctica.

El racionalismo suponía que la razón podía fundar el conocimiento por sí sola.

La educación en el estado ideal, decía Platón en “La República”, refiriéndose a aquellos que cuidan y gobiernan la polis, que “un buen guardián del Estado debe tener, además de valor, fuerza y actividad filosófica, y centurias más tarde era apoyado por Juan Jacobo Rousseau, quien aseguraba que “… quien se quiera formar la idea de la educación pública, lea “La República” de Platón, que no es una obra política, como piensan los que solo por los títulos juzgan los libros, sino el más excelente tratado de educación que se haya escrito.”

En cuanto a la educación, afirmaba Rousseau “…poco me importa que destinen a mi discípulo para el ejército, para la Iglesia o para el foro (…), el oficio que quiero enseñarle es el de vivir. Convengo en que cuando salga de mis manos, no será magistrado, ni militar ni sacerdote, será primeramente hombre, todo cuanto puede ser un hombre, y sabrá serlo, si fuese necesario, tan bien como el que más, en donde su fortuna le mudara de lugar, que él se encontrará con el suyo.”

En conclusión, la palabra Educación ha perdido su antiguo significado. Educación quería decir “alimento”, y, considerando que la educación es tarea de sujetos y su meta es formar también sujetos, ésta debe ser capaz de crear personas plenas de autonomía, de iniciativa propia. La educación es una forma de liberar al hombre para no repetir las miserias, las
esclavitudes o las tiranías, y, para alcanzar tal concepto, se necesitan espíritus libres, hombres capaces de cuestionar el orden establecido, hombres saludables y aventureros.

Educar es educar contra el destino.


Ramiro Ross

11 de marzo de 2013

Entrevista realizada por la periodista Marina Nill, de Resistencia, Chaco


CRONICAS CARCELARIAS



LA ALEGRIA

     Sería una perogrullada decir que en la cárcel el dolor tiene una presencia omnipresente, porque, al dolor de ser humillado, golpeado y torturado, se agrega el de ser alejado de los seres que nos importan, nuestras familias, nuestros compañeros, y aunque todos se esfuerzan en hacernos sentir acompañados, el ser humano necesita, además, el contacto corporal, ese abrazo interminable que nos damos los que logramos salir con vida de ese encierro siniestro. Esas ganas de trasmitir al otro el agradecimiento por la contención epistolar, esas pintadas que florecen por todo el país exigiendo la libertad de los presos políticos y que nos emocionan tanto al salir y leerlas viajando en colectivo (una vez encontré a un muchacho que se quedó cerca de 15 minutos leyendo una pintada de esas y por eso me dí cuenta que era un liberado reciente). Todas las emociones están presentes en ese abrazo, y también esas ganas de gritar que no salimos vencidos, que las ganas de derrotar a la dictadura sigue intacta y que el compromiso con nuestra clase es inalterable.

     Todo esto es inútil tratar de que lo entienda un represor, su condición de renegado de su clase, su obligación de reprimir una marcha o una huelga porque una orden superior así lo exige, aunque en esa manifestación esté su padre o su hermano, hace a su condición de mercenario al servicio de su propio enemigo.

      Alguna vez, cuando alguien, desde su celda contaba un chiste en voz alta para que lo escuchemos todos detrás de otras rejas y se escuchaban las risas del resto de las celdas aunque no nos veíamos, porque están alineadas, entró al pabellón un guardia cárcel y entre molesto y asombrado  nos preguntaba en voz alta y de mal tono “…y ustedes, ¿de que se ríen?”, alguien le contestó que nos reíamos porque estábamos vivos y otro agregó “…porque nosotros nos vamos a ir de acá, en cambio vos estás condenado a estar encerrado toda la vida”.

     Los guardias no pueden entender que la lucha es alegría, porque ellos no luchan por un  ideal, a ellos los disfrazan con un uniforme vergonzante y se transforman en sirvientes de una institución desprestigiada para hacer el trabajo que ningún ser humano que se respete aceptaría hacer, y hacer esa tarea para la dictadura, hace retroceder al hombre hasta andar en cuatro patas.

     Luego de tanto tiempo que nos separa de aquellos años, hoy nos planteamos que en realidad lo asombroso e incomprensible es que esos seres puedan encontrar un motivo para dibujarse una sonrisa en la cara.



Ramiro Ross

27 de diciembre de 2012

CRONICAS CARCELARIAS I


CRONICAS CARCELARIAS


El Locutorio :


Cuando estamos separados de nuestros seres queridos, nos damos cuenta que hemos desperdiciado los momentos que podíamos comunicarnos con ellos, muchas veces no lo hacíamos, y cuando ya no podemos hacerlo, nos arrepentimos de no haberlo hecho mas asiduamente en el pasado, y cuando uno está preso, ese arrepentimiento es mayor, porque sentimos mas ansiedad por hablar con ellos, de escuchar su voz, de ver su cara y, durante la dictadura, a esos sentimientos, se agrega el pensar que tal vez ellos también cayeron en las mazmorras de los dictadores y entonces, esa ansiedad se transforma en angustia.

Muchas veces eran los abogados que, concientes de nuestras angustias, nos traían noticias de nuestra gente de afuera en forma verbal y a veces en forma escrita, por eso los llamábamos los ‘Miguel Strogoff’ de los pabellones, por el famoso cuento, y los llamábamos así, en forma cariñosa como forma de agradecimiento.

También era corriente que las noticias que traían nuestros abogados, corrieran por los pabellones rápidamente a través de los ‘locutorios’.

Ignoro quien había descubierto que, vaciando el agua que queda en los inodoros, y que son el filtro natural de olores e insectos, se lograba convertirlos en una bocina que podía llegar donde era imposible llegar de otra manera, eso se lograba vaciando el inodoro en cuestión con un vasito de plástico destinado a ese fin, uno podía hablar por la cañería con otro/s compañero/s que hiciera/n lo mismo en el otro extremo del piso y así, de una celda a otra se realizaban charlas, comentarios, discusiones y hasta clases, dictadas por algún compañero profesional (médico abogado, etc.) y cada uno, desde distintos inodoros recibí clases técnicas de supervivencia, alimentación de supervivencia, primeros auxilios o leyes sociales, sindicalismo, código penal, etc., según sea el disertante de turno. También se podía hacer un locutorio desde las rejillas de las piletas de lavar y se creaban situaciones hasta graciosas cuando, usando el inodoro, algún compañero nos recitaba algún poema de amor que había escrito pensando en sus amores. O se podía escuchar un “…peón 4 alfíl de rey …” de una partida apasionante de ajedrez o la noticia de que un compañero había sido ‘trasladado’ (eufemismo de sacado de la celda con el fin de asesinarlo por las fuerzas de represión).

Nadie puede sustraerse a la necesidad tan humana de comunicarse, es inútil todo intento de silenciar a alguien, el ser humano buscará la forma de conectarse con su gente, a veces sin importarle el costo del castigo que recibirá si es descubierto..

Ramiro Ross

CRONICAS CARCELARIAS


CRONICAS CARCELARIAS


El Caramelo:


Si escribir con letra mas que chica –milimétrica- es una habilidad como cualquier otra, allá dentro, entre rejas y paredes, se transforma en un arte supremo. Me ha tocado ver escritos extensos hechos en un papel de cigarrillos que por supuesto no pude leer que decía, ya que, si escribir de esa forma es un arte, descifrarlo en una ciencia solo para elegidos.

No conforme con realizar esa pequeña obra de arte carcelario, el trabajo no termina allí, aún faltaba reducir su pequeñez a su mínima expresión, que era doblarla en tantas partes como fuera posible, luego impermeabilizarla y finalmente transportarla, que era la tarea mas riesgosa, ya que al ‘cartero’ le podría ir la vida en esa tarea si era descubierto por la requisa.

Doblarla requería de manos finas que no rompieran el papel, ya que implicaba realizar el escrito nuevamente, posteriormente se realizaba la impermeabilización del ‘caramelo’ que no era otra cosa que envolverlo en un pequeño trozo de bolsita tipo supermercado y sellarlo, quemándolo con la brasa de un cigarrillo para que no se humedezca con la saliva, si es que se transportaba en la boca de alguna visita o abogado, cuando no en lugares menos románticos del cuerpo…

La confirmación de que el ‘caramelo’ había llegado a destino y que fue leído por el destinatario, nos producía una alegría inmensa que nos hacía soñar que nuestros compañeros y seres queridos supieran que aún estábamos vivos y con todas las ganas de luchar intactas.

La forma de burlar todas las prohibiciones, era nuestra obsesión, cada día algún compañero amanecía con alguna idea que él suponía brillante para hacer cosas que nos estaban prohibidas, aunque la mayoría de ellas eran irrealizables, y al presentarle al ‘inventor’ los defectos de su plan, terminábamos todos muertos de risa …menos el dueño de la idea.

Los encargados de llevar el correo, se transformaban en los Mercurios (el mensajero de los dioses), y a la vuelta nos trían infinidad de mensajes y recomendaciones de nuestros familiares y de nuestros compañeros que aún peleaban por nuestra liberación. A algunos de los correos, era conmovedor verlos transpirar de nervios al llevar el caramelo en la boca, sabían que llevaban en su boca o en su ropa escritos ilegales y que la dictadura les cobraba hasta con su vida por esas acciones, sin embargo era muy raro encontrar que alguien se negara a llevar consigo nuestros escritos, concientes de la necesidad que teníamos de comunicarnos.

Ramiro Ross

19 de diciembre de 2012

CRONICAS CARCELARIAS VII


CRONICAS CARCELARIAS VII

El Buzón –


Es difícil describir en palabras la sensación que se siente estando encerrado en esa cueva. La celda de castigo o “Buzón”, es un rectángulo de 2 metros por 1 y ½, que tiene una cama de cemento por único mobiliario, como única distracción podemos mencionar las paredes, donde se pueden leer algunos de los nombres de quienes estuvieron por allí antes que nosotros y algunos pensamientos que pretenden profundidad intelectual realizados con algo que tenga punta para rasgar las paredes. La luz, cuando la encienden, es una única bombita de muy poca luminosidad, aunque la verdad no serviría de mucho ya que allí dentro nos privan hasta de la lectura, un pozo a modo de inodoro y ninguna ventilación.

Allí se siente por primera vez la extraña impresión de encontrarse con una puerta sin picaporte, y aunque parezca un hecho menor, el hecho de saber que solo se abre desde la parte exterior nos pone muy nervioso, uno para horas viendo la puerta sin picaporte y preguntándose que pasaría si por alguna circunstancia deben desalojar la prisión. a raíz de alguna catástrofe o hecho inesperado y la respuesta que encontramos no es muy tranquilizadora, ya que no hay que ser un vidente para saber que lo último que a ellos les preocuparía es la vida del detenido.

Quienes pasamos por esa forma de torturar que no deja marcas externas en el cuerpo, salvo si no contamos el color amarillento en la piel que queda luego del encierro y que para perderlo y volver a su color natural se necesitan varios meses, pero claro, los médicos que tienen que revisar a los detenidos ante una denuncia por torturas, no ven las marcas que quedan por dentro…

Ramiro Ross

CRONICAS CARCELARIAS V


CRONICAS CARCELARIAS V


El Miedo

¡¡¡Claro que hemos sentido temores estando encerrados y dependiendo de los humores de esos energúmenos con uniforme !!!, pero no es de los temores nuestros de los que quiero hablar. Es necesario verlos actuar para conocer os miedos que sienten ellos cuando vienen por los pasillos con sus garrotes golpeando las rejas como una jauría humana, gritando para darse ánimo, porque a pesar de ser quienes tienen las llaves de los cerrojos y las armas listas para disparar si llegara el caso, son cobardes por definición, entran al pabellón en grupos numerosos y necesitan las arengas que les gritan sus superiores que también están asustados, porque lo de ellos es golpear a los que no pueden defenderse, y siendo ellos varios y el detenido golpeado uno solo. Al haber requisa, saben que puede pasar cualquier cosa, que un detenido pierda los estribos y se les vaya encima y se traben en lucha despareja, sin importarle que luego irán al ‘buzón’ de aislamiento por días o semanas, entonces el guardia cárcel, para ocultar su miedo que se le nota en los ojos enrojecidos, rompe todo lo que encuentra a su paso, paquetes de yerba, azúcar, jabones, ropa, y no lo hace para buscar armas o drogas, lo hace para ocultar su miedo. Tal vez piensa que algún día se puede cruzar en la calle con ese preso, ya sin uniforme y sin el grupo que lo acompaña, y esa posibilidad lo aterra, porque se sabe cobarde.

Ver sus narices palpitantes como si fueran ellos los apaleados es conmovedor. No es casual que cuando nos acorralan en los pasillos, lo primero que nos dicen es que no lo miremos, no quieren que leamos en sus ojos su miedo. No es casual que en general, ellos no invaden el lugar de los presos, si van a entrar a la celda, primero hacen salir al detenido al pasillo y luego entran ellos.

Muchas veces sucedió que durante una requisa se llevaban a un preso que en el medio del escándalo entre gritos y golpes nadie se daba cuenta y nunca mas lo veíamos, lo que hacía mas siniestra la requisa.

Cuando todo terminaba y nosotros volvíamos cada uno a su celda, a juntar de las pocas cosas que podíamos salvar de los destrozos, desde alguna parte un compañero nos iba nombrando uno a uno para saber si faltaba algún compañero, saber que no faltaba nadie, nos daba un poco de la tranquilidad que habíamos perdido.


Ramiro Ross

CRONICAS CARCELARIAS IV


CRONICAS CARCELARIAS IV


‘La Paloma’

En la cárcel hay una forma de comunicarse entre dos presos que están en distintos pisos que es conocido como la Paloma, su característica es un extenso hilo y un paquete que puede ser una media vieja rellena con algo pesado para que el viento no lo mueva y de esa manera logre llevar el mensaje que es un papel atado. Luego de avisar de alguna manera (habitualmente es a los gritos) que alguien enviará una paloma y desde la ventana otro le contestará que están listos, el primero envía el paquete por entre las rejas y lo deja ir deslizándose por la pared, como cuando uno remonta un barrilete, pero en este caso el barrilete va en dirección al piso inferior, cuando llega al piso que uno quiere llegar, el receptor debe pescarla con un gancho de percha o cosa por el estilo y luego se empieza a izar hasta tener el mensaje en las manos y de la misma forma, luego se contesta.

Esa forma de comunicación tiene cómplices y son los vecinos de la cárcel o la gente que camina habitualmente por ahí, que en la mayoría de los casos son familiares de los presos que usan los gritos desde la calle para hablar con sus detenidos, y al ver la paloma seguían hablando como si nada pasara para no despertar sospechas y de esa forma apoyar a los presos en sus comunicaciones, y en la mayoría de las veces, al terminar de enviar la paloma, desde la calle, la gente nos levantaba el dedo pulgar para avisarnos que todo había salido bien.

Hay que destacar que sin el silencio cómplice de muchos vecinos, que sabían que éramos presos políticos y que luchábamos contra la dictadura y ayudaban como podían en esas acciones, no podríamos haber realizado algunas acciones ni formas de organización que nos permitían una sonrisa de esperanza para sobrevivir en ese infierno.

Ramiro Ross

CRONICAS CARCELARIAS


CRONICAS CARCELARIAS
El Ortiba

Si hay algo que le molesta sobremanera al Servicio Penitenciario es que los detenidos se reúnan y hablen entre sí, ellos suponen que el guardia-cárcel debe enterarse de todo lo que hacen y piensan los presos, es mas, se ufanan de eso, y creen que con 2 o 3 delatores que tienen camuflados en cada pabellón les alcanza para enterarse de cualquier cosa que supuestamente estén tramando tras las rejas. Demás está decir que eso esta muy lejos de la realidad, un delator se detecta en unas pocas semanas al convivir con él, su actitud soberbia para con sus compañeros de celda, sus posibilidades de conseguir cosas que para el resto están vedadas, el hecho de que jamás es castigado, y cuando, para no despertar sospechas lo castigan, estos castigos son tan livianos que siempre terminan despertando sospechas entre la población carcelaria.

Una de las tantas formas que se tiene en una cárcel para conectarse con otros compañeros es usando ‘el Ortiba’, que no es otra cosa que un palo o una lapicera birome a la que se le calienta un extremo con un encendedor o en una hornalla y sobre el plástico derretido se le aplica un trozo de espejo y de esa forma quedaba armado una especie de periscopio artesanal para ver, sacándolo entre las rejas, si viene el ‘cobani’ y hacer poder hacer cosas que serían severamente castigadas si nos encontraban haciéndolas. Ese aparato nos permitía enviar una paloma (un hilo con un mensaje escrito en un papel, al que se le agregaba algo mas pesado para que el viento no se lo lleve y pasarlo a otros compañeros de pisos inferiores por las ventanas externas de la cárcel). También se usaba para que algún compañero desde otra celda y a través del idioma de las manos le pasara información a otro que se encontraba distante para que éste luego la compartiera con el resto, como las novedades de los abogados o cualquier otra cosa que sea de interés general. En algún momento se había popularizado tanto que se jugaban partidas de ajedrez con compañeros que jamás habíamos visto y hasta textos tan largos que en el lado receptor se ocuparan dos compañeros, uno mirando por el ortiga, iba deletreando el mensaje y otro lo escribía para luego armar las frases.

Sin dudas, cuando el ser humano siente la necesidad de comunicarse, no hay fuerza represiva que lo pueda impedir.


Ramiro Ross

15 de noviembre de 2012

LA EDUCACION III

                               

                     La Educación para la Libertad



          Si bien es cierto que  la educación ya no está en manos de la Iglesia, no al menos con la fuerza de hace años, aún quedan residuos de la influencia que tuvo. Los términos ‘Seminario’, ‘Claustro’, ‘Estar En Capilla’, que aún se escuchan en las escuelas y las universidades, nos lo recuerdan constantemente, no obstante, debemos entender que está en lenta pero continua retirada. Hoy, en las encuestas que se realizan sobre sexualidad, fecundación in Vitro y otros tantos temas, en que la Iglesia tiene una posición tomada, la mayoría de los encuestados se han declarado contrarios a esas posiciones, a pesar que muchos de ellos se reconocieron como ‘cristianos’.

          Si en realidad queremos cambiar definitivamente este estado de cosas, se deberá apartar a los pedagogos del sistema de los nuevos planes de estudios. La educación, tal como la entendemos muchos participantes de los Bachilleratos Populares, debe venir desde la clase obrera, con todas sus limitaciones científicas, pero también con toda la historia de luchas y vivencias. También es cierto que debemos estar preparados para que quizás no salgan con todo el conocimiento que hoy creemos necesario, pero su formación clasista,  obrera y popular les dará las herramientas intelectuales necesarias para formarse con mas criterio, se podría comparar la educación con la agricultura, los primeros frutos no son tan importantes, sino la fecundidad de la tierra. La prioridad de la educación para la libertad es enseñar a pensar, a discutir, a recordar, a plantearse problemas, recordemos que fue en busca de lo imposible que el hombre ha realizado lo posible, si solo buscamos lo posible, muy pronto abandonaremos lo difícil y finalmente nos acomodaremos con lo ya conocido y de esa forma no daremos un solo paso hacia delante.

          La educación para la libertad implica en compromiso de vida que necesita de dos partes dispuestas s modificar este estado de cosas, el compromiso de ambas debe ser claro: O se educa para adaptarse a este tipo de sociedad o se educa para comprometerse con la transformación de la misma.

          La educación para la libertad significa que las órdenes dejen paso a la persuasión razonada y el ejemplo. La utopia deja de serlo cuando se realiza, en ese sentido, la educación es una utopia que se realiza todos los días, porque ningún proyecto debe darse por terminado si entendemos que la formación de un ser humano, empieza cuando nace y termina solo cuando fallece, porque siempre se debe estar aprendiendo, y es por eso que en el aula no hay un profesor y un alumno, sino dos personas que intercambiar información y conocimiento para desarrollarse intelectualmente y de esa manera marchar juntas hacia la libertad. Esa libertad que no acepta limitaciones en la realización del ser humano, que no acepta la esclavitud de nadie ni los convencionalismos burgueses, por eso debemos apartar de las aulas a los profesores formados en las universidades que nos propone el sistema, en tanto estén convencidos de esa educación cerrada y vertical.

          La educación para la libertad será realizada por la clase obrera o no será.

       

LA EDUCACIÓN II

LA IGLESIA Y LA EDUCACION 


                                                   
          A mediados del 1500, cuando el poder del Papa empieza de decaer, el clero se reorganiza en una suerte de milicia a la que llama Orden de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola y con un objetivo claro y de largo aliento, devolver a roma el poder perdido. Su brazo mejor preparado fuel dedicado a la educación, en el terreno estrictamente pedagógico los jesuitas dieron a sus colegios un barniz de cultura. Sin importarles demasiado la enseñanza popular, sin embargo se esforzaron en captar la educación de nobles y de la burguesía acomodada, Consejeros de los grandes señores, directores espirituales de las grandes damas, profesores de los niños distinguidos, se jesuitas se entremezclaron rápidamente en el mundo de la educación y pronto fueron los maestros por autonomacia, y luego de 60 años de trabajo elaboraron su Plan de Estudios, luego de juntar mucha experiencia y asambleas entre sus miembros.

          Acá debemos detenernos un instante para recordar que el jesuita no es solamente un confesor, es un director espiritual y como tal es consultado sobre todo, desde el nacimiento, el casamiento y los negocios, y no se cree obligado al secreto de confesión, de manera que si veinte directores que viven juntos en un monasterio, pueden examinar y manipular los miles de almas de la comunidad en que viven con la información que recogen de esas almas que están abiertas para ellos y que ellos conocen hasta sus secretos mas guardados, los que pueden ser debatidos en sus conciliábulos y a partir de ese conocimiento preparar sus acciones para actuar en esa sociedad.

         El reglamento de estudios que data de 1599 está vigente hasta hoy en los colegios jesuitas, es la mas perfecta organización que se conoce para romper en los alumnos hasta el mas tímido asomo de independencia personal, y para lograr, por lo tanto, colaboradores adictos, celosos e incondicionales para las esferas de un gobierno y de las finanzas. “En igual forma que se fajan los miembros del niño desde la cuna –decía el jesuita Cerutti en su apología- es necesario desde la primera juventud fajarles la voluntad para que se conserven el resto de sus vidas en una feliz y saludable flexibilidad”. La cultura intelectual es inculcada de modo tal que no se llegara jamás a la emancipación  intelectual. Se puede leer en sus constituciones “ Ninguna de las personas empleadas en servicios domésticos por cuenta de la sociedad deberá saber leer y escribir. En ningún caso se la instruirá a no ser con el consentimiento del general de la Orden, porque para servir a Jesús, basta la sencillez y la humildad”. Así de claro desprecian los jesuitas todo lo concerniente a la educación popular ‘guárdate del deseo de saber demasiado’ les recuerda su manual ‘es un gran insensato el que busca otra cosa que no sea servir a su propia salvación’. Basta recordar que la regla mas importante de las escuelas es guardar silencio, lo mismo para los profesores como para los alumnos, está casi prohibido hablar con el maestro y los castigos corporales son moneda corriente en sus aulas. Tienen como objetivos, que en sus escuelas se enseñen trabajos manuales (escuelas de artes y oficios) pero de modo tal “Que las escuelas lleguen a ser agencias de información donde las personas acomodadas puedan ir a buscar servidores para sus casas o trabajadores para sus empresas. Los maestros visitarán las casas de los alumnos para informarse de ‘las costumbres y prácticas religiosas de sus padres y deben revisarles la correspondencia para que no se difundieran los libros contaminados de herejía”.

          Para finalizar este segmento, recodemos que revoluciones en la cultura no hemos visto mas que dos, cuando la sociedad primitiva se dividió en clases y cuando la burguesía del siglo XIII sustituyó al feudalismo, y hemos visto como la educación ha estado siempre al servicio de las clases dominantes, hasta que  otra clase revolucionaria consigue desalojarla e imponer su nueva educación. Cuando la nueva clase no es todavía bastante fuerte, se conforma provisoriamente con que la clase dominante de apriete un poco para hacerle un sitio. En ese caso no hay una revolución, en la educación, sino, simplemente una reforma.  

LA EDUCACIÓN I




La educación no tiene una, sino muchas definiciones, ya que éstas varían según la sociedad, el momento histórico, la ideología y quien intente una definición puede encontrar una nueva forma, o tal vez se podría sintetizar si decimos que varía de acuerdo a que clase responde (consciente o no) el que lo haga. En un rápido y seguramente incompleto pantallazo, si partimos desde los griegos antiguos, veremos que la formación de los jóvenes se basaba en el conocimiento de la agricultura, ya que de la tierra dependía la supervivencia del grupo familiar (Homero labraba su propia parcela), despreciándose las demás tareas, por lo que casi no existían los comerciantes griegos (los comerciantes de la Odisea eran todos fenicios), tiempo después, el ideal de la educación para un joven griego era el estímulo a las ‘virtudes ‘ guerreras, por el afán de las clases dominantes de tomar tierras ajenas y acrecentar su riqueza. En el caso de los espartanos, desde los 7 años el estado se apropiaba del chico y no lo abandonaba mas. Hasta los 45 años pertenecía al ejército activo y hasta los sesenta a la reserva, y su educación se basaba en la ‘nobleza de las armas’. Asegurar la superioridad militar sobre las clases sometidas era el fin supremo de la educación, por lo que ‘instrucción’ en el sentido que hoy e damos a ese término, casi no existía entre los espartanos, muy pocas personas de la nobleza sabían leer, tal era su desprecio por lo que no fueran las ‘virtudes’ guerreras, que prohibían a los jóvenes interesarse por cualquier asunto que pudiera distraerlos del ejercicio de las armas. Por supuesto que esta educación, producía seres salvajes, brutales, taciturnos, astutos, crueles y a veces heroicos.

 En Roma, para la misma época, las cosas no eran muy distintas, los nobles, ansiosos de poder y riqueza, al igual que los nobles griegos, preparaban a sus hijos para salir a invadir tierras ajenas, con el fin de tomar prisioneros que convertían en esclavos y se aseguraban que con un costo mínimo (un magro plato de comida). Les labraran la tierra y sirvieran como personal doméstico en sus palacios, como así también como maestros para que sus hijos aprendieran a leer y escribir. Al crearse escuelas particulares, el estado se alertó por el terror a lo que los maestros enseñaran, la idea de enseñanza no permitía exceder los conocimientos mas allá de los dioses, ya que la ‘libre enseñanza’, no significaba ‘libre doctrina’, la censura no tardó en llegar y se crea la figura del regente, para controlar que la enseñanza no se aparte de la ‘vida y costumbres’ de la sociedad que el estado no tenía ninguna intención de modificar. La preocupación en Roma por la instrucción que recibía la juventud, que al ser privada era solo accesible a las familias pudientes era tal, que llegó a subsidiar estas escuelas con la condición de instalar en cada una un censor que se preocupaba de que no se excediera esa educación de los límites que el senado romano había impuesto, dejando afuera al maestro que se atreviera a hablar del Cristianismo. 

Años mas tarde, en el siglo V de nuestra era, el estado empieza a abonar salarios, aunque irregularmente, a los maestros, a condición de que éstos solo serán nombrados por las municipalidades. El emperador Juliano pocos años mas tarde regularizó esos salarios. La enseñanza a cargo del estado ha aparecido en la historia. - . - En tiempos de la edad media, la Iglesia, ya desarrollada y con una normativa rígida, había acumulado riquezas que le permitían financiar guerras, invasiones, y sobre todo ser prestamistas de príncipes, reyes y agricultores, que en tiempos de sequía o magras cosechas, necesitaba dinero para mantenerse. Este clero se organizó de tal manera que solo enseñaba a leer y escribir en latín, lo que limitaba a los alumnos a leer solo las escrituras llamadas ‘sagradas’ de la Iglesia. Por su enorme poderío, no es asombroso que las primeras escuelas fueran los monasterios, aunque hay que aclarar que las ‘escuelas de instrucción’ (para campesinos y artesanos), no enseñaban a leer ni a escribir, ya que según ellos mismos aclaraban, que su objetivo no era instruir, sino familiarizar a las masas campesinas con las doctrinas cristianas, o sea que su afán se centraba en mantener a os campesinos en la docilidad y el conformismo, no se preocupaban en instruir, sino en predicar y recordar constantemente que para la Iglesia, todo lo que no aleja al hombre del pecado es positivamente dañoso. Un historiador benedictino, ha escrito que los jornaleros de los monasterios, por el hecho de ser analfabetos ‘presentaban mas resistencia a la fatiga y eran capaces de soportar una tarea mas larga y mas penosa’. Ya en el siglo XI empieza a nacer una nueva clase: La burguesía, nacida de los mercaderes que se enriquecieron, muchos de ellos, acompañando a los nobles en las cruzadas, comprándoles las joyas, junto con los esclavos y los bienes que éstos saqueaban a su paso por las ciudades (todo en nombre de Dios) y que os mercaderes vendían después a muy buen precio. Estos burgueses, necesitaron burócratas que les administrasen sus posesiones y empezaron a preocuparse en la instrucción de sus hijos. Así nace la Universidad, como una necesidad de mercado. En esa Universidad, el muchacho que deseaba estudiar las artes liberales, adquirió, paso a paso, el grado de bachiller, licenciado y doctor. La conquista de un título universitario, ponía al buen burgués, casi al ras de la nobleza, cuando se paseaba con su anillo, su toga y su birrete, lo empezaban a tratar como un noble. 
Al llegar el Renacimiento, la cultura, siempre al servicio de los poderosos, cambia sus prioridades y fue su objetivo formar hombres de negocio, que fueran al mismo tiempo ciudadanos cultos y diplomáticos hábiles. ‘Una lengua universal, un tipo uniforme de cultura y la paz perpetua’, tal como lo sintetizó Erasmo en el año 1500. El brillo extraordinario del Renacimiento no modificó la situación de la educación de los explotados, ‘Escribo para los cultos y no para la plebe’ había dicho Ponciano y ese fue el sentir de lo que hoy llamamos ‘humanismo’. Recodemos que en el 1400 Leonardo Bruni había escrito ‘he sospechado siempre de las multitudes , 100 años mas tarde otro intelectual había afirmado ‘Quien dice pueblo, dice loco, porque es un monstruo lleno de confusión y temores’, los humanistas siempre han despreciado al pueblo. Toda la cultura renacentista descansaba sobre finanzas de banqueros y su objetivo fue darle utilidad y lustre a esa clase, dejando de lado a las clases populares. Recién con la aparición del libro impreso se empieza a vislumbrar una nueva educación mas integradora, si bien durante los primeros tiempos el precio de un libro solo estaba al alcance de las familias acomodadas y las universidades. La aparición de Lutero y la reforma crearon una nueva expectativa esperanzada para la educación popular y que contuviera mas ciencia que dogma, ésta fue pronto traicionada por el mismo Lutero que, la ver la actitud de la gente que avanzaba en a búsqueda de conocimientos iba mas lejos de lo que él creyó, no solo frenó su guerra de exterminio sobre el Vaticano, sino que llegó a afirmar a los príncipes de Sajonia que el espíritu rebelde era un instrumento de Satán y que esa actitud debía ser abolida en el país porque incitaba a la resistencia contra las autoridades, afirmando que al pueblo ‘se le debe empujar corporalmente a trabajar y a cumplir con sus deberes piadosos, como se tiene a las bestias en prisión y encadenadas’. El hombre de las clases inferiores siguió excluido de la enseñanza.

14 de febrero de 2011

De Sabihondos y Suicidas VI

Esa noche, la charla venía pesada en la parrillita de San Juan y Salta, si bien la idea era cumplir con la tradición social de reunirse para despedir el año, todos sabíamos que esa no era mas que una nueva excusa para vernos y charlar un rato.
Yo aproveché para decir que a mi me ponían mal esas fiestas en las que se descuenta que deben ser de alegría , esa alegría con fecha cierta y estipulada que ya nadie se la cree y ‘en paz y felicidad’, como dijo Ronny al encontrarnos en forma socarrona, como para empezar a definir esos momentos que todos sabemos nos fueron ‘impuestos’ por un Papa llamado Gregorio porque así le convenía a la “Santa Madre Iglesia”.
Miguel estaba con mucha bronca porque, si bien no lo dijo, todos supusimos que había entrado en el juego de ‘hacer balance’, como nos aconsejan los bien pensantes para esas fechas, y se despachó con que no estaba muy conforme con algunas de las decisiones que había tomado en sus 55 años de vida, y se puso a enumerar algunos errores que había cometido con otras personas y principalmente con él mismo. Cuando dejó un espacio de silencio en su monólogo, el Lobo Estepario aprovechó y sacó todo lo que tenía adentro como para explicarle a Miguel que la culpa no había sido solo de él por esas decisiones “Va a ser muy difícil cambiar esta sociedad, dijo con su voz cascada por el cigarrillo y las noches en vela, -y ya al escuchar eso, a ninguno se nos ocurrió interrumpirlo- , la derecha a hecho muy bien las cosas en ese sentido, nos invaden y condicionan desde todas partes, si salís a la puerta de tu casa ya te están bombardeando con mensajes explícitos y subliminales que intentan mostrarte que ellos tienen la razón, que su ideología nació para decirte que debes pensar, como debes vestirte, que ídolos tenés que seguir y que tu destino es repetir la cultura y visión de la vida que ellos eligen por vos, y eso es muy difícil de modificar. ¿ Porqué ? –le dije inocentemente-, si podemos pensar y descubrir la trampa de ellos, podemos difundirlo y tratar de modificar cosas. Me mira sonriente, -como tratando de esconder sus profesión de psicólogo- , con esa sonrisa que está entre la esperanza y la bronca, luego de un instante se puso serio nuevamente y me largó su pensamiento casi sin respirar: a ver –me dijo- supongamos que salís de tu casa y ves en la plaza de tu barrio una escultura, lo mas probable es que sea de un militar, y por supuesto de alta graduación, un San Martín, un Roca, un Dellepiane, nunca un soldado raso, que en realidad fueron los que expulsaron a los ingleses y a los gallegos en 1800, y eso no es casual, fijate sino –siguió-, lo que hacen con la guerra de Malvinas, como no pueden poner un Galtieri, por impresentable, hacen monumentos sin caras, sin uniformes, son alegorías que tratan de decir que héroes son todos, y te mezclan a Benjamín Menendez con un soldado que realmente se la jugó porque les creyó que estaba haciendo patria. Mirá –siguió sin parar-, sin ir mas lejos, los monumentos que hay en los pueblos del interior, levantan la figura del herrero, del sembrador, del arriero, como vidas ejemplares que debemos emular, que debemos sentirnos orgullosos de ser sus descendientes. Pero claro, nos ocultan que muchísimos de ellos murieron con la espalda doblada por el trabajo, o alcohólicos por la vida casi animal que llevaban, sin haber leído un libro en toda su vida, sin tener tiempo para estar con sus hijos, sin conocer el descanso, sin poder disfrutar del placer de la música, ni conocer el arte, negando constantemente su condición de ser humano, porque así los necesitan los ricos, porque gracias a esos hombres fue que ellos se enriquecieron obscenamente, y hoy gastan parte de la fortuna que hicieron explotando a sus abuelos y a sus padres para convencer a los hijos de aquellos trabajadores que deben ser igual a sus padres y abuelos, embrutecidos por la vida que han hecho, o como les han obligado hacer, como si eso fuese un ejemplo a seguir. La realidad es que los ricos quieren tener mas esclavos y que además se sientan orgullosos de serlo, por eso les ponen esos monumentos en la plaza principal o en la entrada del pueblo, para que cuando pasen por allí, día tras día, esas moles de cemento les recuerden que nacieron para eso. ¿O acaso viste algún monumento a los obreros que en algún momento de la historia se levantaron contra la injusticia , contra un intendente corrupto o contra un patrón explotador ? No!!, la derecha tiene un plan y un proyecto a largo plazo y eso es lo que nos falta a nosotros. Ellos saben que se prepararon durante dos siglos parta que el país responda a sus mandatos, por eso hay una calle Ramón Falcón y no hay ninguna Simón Radowisky, Hay avenidas que se llaman Gral. Roca o Gral. Rauch y no hay ninguna que se llame Arbolito, y todo eso, aunque parezca que no, pesa en el inconsciente de la gente y al final, a pesar de las críticas y de las broncas, llegado el momento, el pueblo los vuelve a votar, porque los han convencido, sin decirlo directamente que el futuro del país son ellos porque ellos lo hicieron y no hay posibilidad de modificarlo, y que pobres hubo siempre y toda esa ideología que trata que la gente se entregue sin esperanza.
Viste alguna vez una ‘Fiesta de la Tradición’?, desfilan en caballos de raza, con aperos de plata repujada y cintos con monedas de oro y plata y una botas que salen una fortuna, ¿vos crees que algún peón rural tiene posibilidad de comprarse esa ropa y esos aperos? –los ojos del Lobo Estepario nos miraban fijos- lo que pasa es que desfilan los estancieros y no los peones, pero en el inconciente colectivo queda grabado que ser trabajador rural es un trabajo bien remunerado y es todo mentira, y además quieren que, como si fuera poco los aplaudan !!!. como los ricos del pueblo, que después de ‘regalar’ los monumentos al pueblo –cosa que forma parte del proyecto de domesticación- quieren que el pueblo se los agradezca y los distinga, Para cambiar este estado de cosas, también deberíamos empezar a sacar COMO SEA los símbolos que les taladran el cerebro a la gente, porque ellos saben que las marchas o un escrache a quien sea, que hacemos nosotros, dura un día, pero los nombres de las calles y los monumentos de ellos duran una vida. Por eso se hacen los democráticos y nos dejan salir a protestar de vez en cuando.
Cuando el Lobo paró para tomar aire –y un sorbo de vino-, aproveché y me puse a tararear un aire de triunfo que estaba de moda allá por los 70’

Hay que dar vuelta el viento. Como la taba
El que no cambia todo, no cambia nada.

Cuando todos me hicieron coro para terminar el triunfo que conocíamos de memoria, la cosa se descomprimió y Miguel, que siempre tiene algún chiste que no conocíamos (y eso que ya le conocemos mas de cien), nos contó uno de un loro, pero eso después lo cuento.

Ramiro Ross

1 de octubre de 2010

Hacia la construcción del Hombre Nuevo


(De sabihondos y suicidas V)

A muchos que participamos, en mayor menor grado de compromiso, en la lucha contra las dictaduras que azotaron el país, no deja de sorprendernos que algunos ex militantes sigan repitiendo el discurso que nos bajan los medios de comunicación, asegurándonos, a fin de que nos convenzamos, de que las organizaciones guerrilleras tuvieron que darse por vencidas frente a los militares. En lo personal no dudo en afirmar que, salvo los errores inevitables de ese tipo de organizaciones, la victoria fue nuestra y que, estratégicamente, fuimos mucho mas allá de lo que nos habíamos propuesto.

Antes de que me acusen de loco, voy a explicar por qué digo eso: Nadie con algo de sentido común, podría suponer que unos pocos miles de militantes, deficientemente armados, podrían derrotar militarmente a enemigos que contaban con hospitales de campaña, helicópteros, tanques de guerra, aviones, satélites de comunicaciones y hasta barcos, entre otros elementos, eso lo sabíamos muchos, aunque en algunos influía el ejemplo de Cuba y la derrota que un grupo pequeño de guerrilleros logró infligirle al ejército de Batista, y soñaban con tener un resultado parecido, sin tener en cuenta las dimensiones y característica de nuestro país, tan diferente al cubano, siendo que deberían haber comparado nuestra lucha mas cerca de la lucha de Argelia contra la dominación francesa, que debieron perder en el plano militar pero lograron la independencia por la popularidad y el grado de solidaridad a nivel internacional que, gracias a esa guerrilla, habían obtenido. No creo equivocarme al decir que el error surgió al tomar al pié de la letra el discurso que venía de algunos dirigentes con un grado de exitismo desmesurado, quizás discurso hecho para que no se cayera el nivel de combatividad de los militantes guerrilleros.

Esto no se entiende, sino sabiendo que nosotros solo fuimos una parte pequeña, pero imprescindible, de un pueblo que resistía de muy variadas formas y que no tenían que ver con las armas, y si bien, en la mayoría de los casos, no teníamos contacto directo con otros grupos, sabíamos que allí estaban y ellos también contaban con nosotros. Si uno no asume esta relación de las fuerzas populares, no se puede explicar el grado de solidaridad que se desarrolló y que se reflejó cuando logramos terminar con la dictadura.

Era un hecho normal, durante la dictadura, que cuando una fábrica estaba en conflicto, sin que los obreros nos llamasen, ellos sabían que contaban con nuestro aporte, entraban nuestro periódico a la fábrica, escuchaban lo que decían nuestros compañeros en las asambleas y los cuidaban para que pudieran entrar y salir de la fábrica sin ser detenidos. Por supuesto que también el frente cultural estaba presente y aportaba realizando obras de teatro que desarrollaban el tema de la huelga, los músicos populares alzaban la voz en los recitales haciendo la crítica al sistema que ponían al desnudo sus bajezas y contradicciones, cuando no realizaban recitales sin cobrar a fin de juntar dinero para los obreros en huelga. Los estudiantes secundarios y universitarios daban participación a muchos militantes de organizaciones guerrilleras en las listas electorales concientes que, a pesar de las diferencias ideológicas que los separaban de algunas organizaciones nos reconocíamos mutuamente como integrantes del campo popular.

Hoy, muchos artistas y obreros reconocen que sin nuestro aporte, no hubieran sido posible muchos logros y luchas que habían protagonizado. Todo eso fue posible por la ya histórica miopía de las fuerzas armadas que no conocen otra forma de reprimir que a los tiros y desapariciones y creen que esa es la forma de disciplinar un pueblo, pero alguien debería avisarles que los tiempos han cambiado y que lo de ellos ha quedado en el pasado.

Cuando en 1986 Alfonsín propone la idea de ‘los dos demonios’ para darle un marco de consenso jurídico a la ley de Obediencia Debida y Punto Final, que intentaba liberar a los militares de toda responsabilidad por el genocidio y torturas que habían aplicado al pueblo, se realizó una marcha de repudio, y solamente en la Capital Federal, salimos mas de 250.000 personas a repudiar esa medida, y si sumamos a eso las columnas y actos similares que se realizaron en otras provincias, tendremos una cifra que superó ampliamente el millón de personas, y fue en esa marcha que por primera vez nos mirábamos a los ojos unos a otros, que nos encontrábamos cara a cara, sabiendo que habíamos estado peleando del mismo lado sin conocernos.

Allí estaba presentes los que habían luchado desde el frente barrial, los que estuvieron en el frente sindical, los que estuvieron en el frente cultural, artístico, los poetas, los escritores, los músicos, los militantes de base de los partidos políticos y tantos otros, y allí nos estábamos diciendo con la mirada, mientras marchábamos hacia la Plaza de Mayo, yo me reconozco en vos, aunque no sé tu nombre, yo no perdono la desaparición y muerte de tu compañero que también era el mío, porque sé que si hoy no está es porque no abandono la lucha contra los enemigos de nuestra clase.

Es por eso que no tengo dudas que ganamos esa lucha, y la seguimos ganando a pesar de los años transcurridos, la lucha sigue y nuestras victorias de hoy, son por el reconocimiento a los referentes caídos, y si hoy podemos ponerle el nombre de Rodolfo Walsh a una plaza, a una calle, a una biblioteca, se lo debemos a aquellas victorias. Si podemos convertir a ex centros de detención clandestina en lugares donde el pueblo se puede expresar es por aquellas luchas, y a la vez, sin aquellas huelgas de los obreros, ni el apoyo de los artistas populares, que a muchos de ellos debieron conocer el exilio y las prohibiciones o integraron listas negras por haber apoyado las luchas en todas sus manifestaciones, los cineastas, sin todos ellos, decía, nuestras luchas no hubieran trascendido y no hubieran tenido sentido.

No nos engañemos mas ni permitamos que nos quieran convencer de lo contrario, la victoria fue nuestra, pero ‘ellos’ no pueden permitir que el pueblo sepa que ganó, temerosos que en algún momento quiera avanzar en las conquistas obreras y ya no detenerse hasta la victoria final.

Al hacer el análisis de aquellos tiempos, veremos que a pesar de que algunas tácticas parecían suicidas, la estrategia estaba planteada para el largo plazo y se está cumpliendo, pero es importante que tengamos conciencia que no debemos bajar los brazos, que esta democracia que es meramente formal, que no es el objetivo final buscado, que si bien es una pequeña puerta que hemos abierto, no debemos permitir que se cierre, sino, muy por el contrario, abrirla cada vez mas hasta lograr un mundo sin excluidos, sin hambre y en plena construcción del Hombre Nuevo marchando victorioso hacia su liberación.

29 de septiembre de 2010

Hermandades


(De sabihondos y suicidas IV)

En el escrito anterior, estuve hablando de la comida del militante y las formas de buscarla cuando la plata no alcanzaba o las veces que tenía ganas de cobrarle a las grandes empresas su alimento, que si bien conseguíamos comer gratis y variado en supermercados de empresas extranjeras, también habría que hacer una mención especial para la parrilla ‘Pippo’ de Av. Corrientes y Montevideo en pleno centro de Buenos Aires y que era el lugar de reunión de muchos militantes que mientras almorzaban o cenaban en esas mesas con manteles de papel, donde muchos escribíamos nuestros primeros poemas, cuando no, compartiendo la mesa con otros compañeros, escribíamos lo que luego, en el local partidario se terminaría transformando en un volante exigiendo la libertad de algún compañero/a detenido de nuestra organización o nuestra solidaridad con alguna fábrica en lucha.

El lugar era el elegido por varias organizaciones y por varias razones, estaba en el centro neurálgico de la Ciudad, a escasos 60 metros del bar ‘La Paz’, donde recalaban los intelectuales intentando su primer libro o discutiendo alguna película del neorrealismo francés o italiano recién vista en el cine Lorraine, el Lorca o el Cine Arte, o alguna de origen ruso en le viejo cine Cosmos, y éstos estudiantes de filosofía y letras, o sociología, siempre tenían algo para aportar y los teníamos en cuenta para nuestros torpes escritos. En ‘Pippo’ uno deglutía un plato de vermicellis con una panera completa y un pote de queso rallado que habitualmente comíamos antes que nos trajeran los fideos, tal era el hambre que teníamos en aquellos tiempos.

Otra de las razones por las que íbamos a esa parrilla era que estaban los ‘cumpas’, aunque fueran de otra organización, y eso nos daba la tranquilidad de saber que si entraba la policía en los años 1969 o 70’ a pedir documentos o palparnos de armas, iban a tener que vérselas con todos los comensales si pretendían llevarse detenido a algún militante. Luego del 76’ cambió la forma de reprimir, pues salió el ejército a realizar requisas y entraban de a decenas y muy bien armados, lo que hacía casi imposible la resistencia.

La relación entre las organizaciones casi nunca era buena entre los dirigentes, aunque en las bases las relaciones eran cordiales y los marxistas formaban listas en común con loa peronistas revolucionarios, conocidos como ‘la tendencia’ en gremios, en las tomas de fábricas y en as asambleas de los sindicatos y si bien las discusiones eran duras y extremadas veces largas la mayoría de las veces, ambas partes ponían la mejor actitud para marchar juntas al menos en asuntos muy puntuales.

Esa relación, a veces tensa pero respetuosa, tenía su válvula de descompresión cuando en alguna circunstancia alguna podía demostrar mayor despliegue de coraje para dejar a la otra mal parada y de alguna manera obligada a tratar de emular la acción.

Para tratar de que se entienda de que estoy hablando contaré una anécdota ; en los años 69/70, una comisaría del bajo Flores, barrio bravo si los había, se hizo conocida por la militancia por la forma de maltratar a los detenidos políticos, cosa habitual a partir del golpe del 76’, cuando la crueldad y el sadismo se multiplicó por 100. a raíz de eso, decidimos, con un grupo de compañeros tomarnos revancha por las atrocidades que estaban cometiendo con algunos compañeros y luego de pensar un rato, decidimos darles, al menos, un dolor de cabeza. Tomamos un colectivo que no tenía pasajeros a las 3 de la mañana, hicimos descender al colectivero que quedó con tres compañeros cuidándolo para que no realice la denuncia hasta que nos diera tiempo de realizar el plan que habían pensado, y con orden de dejarlo libre luego de 30 minutos. Una vez conseguido el primer objetivo, nos fuimos tres mas hacia la comisaría, uno manejando y los otros dos tirados en el piso, provistos de aerosoles, llegamos a la comisaría en cuestión y el compañero a cargo del volante abre decididamente la puerta de adelante y de atrás . Luego de asegurarse que estaba estacionado justo en la vereda de enfrente a la puerta de la comisaría y el ‘chofer’ bajó hablando muy fuerte al consigna diciendo que lo habían asaltado y venía a hacer la denuncia, gritaba como si estuviera bajo los efectos de un ataque de nervios, diciendo que le habían llevado la recaudación y que el dueño no le creería y que era muy posible que perdiera el trabajo por ese hecho y quería que salieran los patrulleros a buscar a los ladrones. El consigna solo atinaba a decirle que sacara el ómnibus de allí porque estaba prohibido estacionar en ese sector, pero el compañero no lo escuchaba y seguía hablando sin parar, mientras nosotros bajamos sigilosamente por la puerta posterior que había quedado abierta adrede y agazapados y cubiertos por la carrocería enorme del ómnibus, escribimos en la pared “POLICIAS ASESINOS “, agregándole el nombre de nuestra organización, en tan solo 3 minutos que era el tiempo que suponíamos teníamos sin que sospechara el consigna, que seguía intimando al supuesto chofer que pusiera el ómnibus en la esquina y que volviera a hacer la denuncia. Cuando habían pasado los tres minutos, nuestro compañero accedió de mala gana a sacar la mole de allí y asegurando que dejaría el coche a la vuelta y que volvería en un minuto, subió de un salto, se aseguró de reojo que nosotros ya estábamos nuevamente tirados en el piso y salió rápidamente del lugar, anduvo 3 cuadras hasta una avenida, abandonamos la unidad y nos tomamos un taxi para salir de la zona rápidamente.

Al otro día, antes de las 2 de la tarde, hora en que la pintada fue cubierta con pintura blanca por la Policía, pasaron muchos compañeros que no entendían como se pudo haber realizado esa pintada sin caer presos. Guardamos el secreto por un tiempo y luego lo contamos, lo que generó que se convirtió en el comentario obligado durante dos semanas entre las ‘orgas’.

En todo momento y en cualquier circunstancia que nos tocaba vivir, había algo que me parece que hoy, salvo honrosas excepciones, es mucho mas difícil de lograr, era la confianza que nos despertaba el compañero. Todos teníamos conciencia que nuestra vida dependía de la actitud del compañero que nos tocaba en suerte y él estaba en las mismas condiciones. Siempre era posible que algo del plan original saliera mal, pero de algo debíamos estar seguros, el error nunca se debía a la traición o a la falta de de coraje, cada uno conocía su responsabilidad y no había dobleces ni traiciones. Nuestra caminata detrás de esa utopia esquiva, detrás de ese horizonte fugitivo que se nos escapaba entre las manos, era mas llevadera por ese compañero sin bajezas, por esa hermandad que a veces la sangre no nos da.

Quizás sea por eso que hoy, a pesar de los años, nos seguimos buscando y encontrando, para revalidar nuestra condición de hermanados por la vida.

El hombre y su alma


De sabihondos y suicidas III)

Quizás sea una chiquilinada, pero durante nuestras reuniones, nunca falta alguna historia amorosa vivida por alguno de nosotros en la que conseguíamos ‘levantarnos’ a alguna compañera, lo que sucedía a menudo, ya que tanto ellas como nosotros teníamos problemas para poder entablar romances con alguien que no fuera de la organización, el impedimento de explicarles de que trabajábamos, el porqué de nuestros viajes o las veces que no las veíamos por semanas sin poder explicar nuestras ausencias, todo boicoteaba las relaciones que entablábamos con personas ajenas a la militancia, además si conocíamos a alguien que pertenecía a otro partido u organización, la dirección nos llenaba de temores sobre la posibilidad de que sea una ‘infiltrada’ que quería sacarnos información o cosa por el estilo. El asunto era que durante la lucha nacían romances que también tenían sus dificultades, ya que por ejemplo, nos era muy difícil de manejar esa actitud protectora que teníamos con nuestras compañeras de militancia y que se desarrollaba aún más si esa compañera era nuestra novia, y que a ellas les molestaba bastante generalmente, ya que se suponía que durante cualquier actividad el riesgo debía ser compartido sin distinción de sexo, para nosotros era muy difícil lidiar con esas cosas, nuestra educación burguesa no siempre superada sobre la ‘obligación’ del hombre a ser el ‘macho protector y proveedor’ que nos inculcaron desde chicos, se sumaba la sensación de que ellas sentían la misma contradicción, aunque tampoco la aceptaban en público, sentirse cuidadas por los compañeros les daba tranquilidad, aunque durante las reuniones nos criticaban esa actitud y nos exigían ser tratadas por igual.

Como había diferentes niveles de riesgo, ya que una cosa era, por ejemplo, entrar a un supermercado y meter una pelotita de ping-pong llena de ácido dentro de los bidones de 5 litros de kerosene que se vendían en ese momento para las estufas y cocinas, hecho que se hacía media hora antes del cierre, para que a las 2 horas, ya disuelta la pelotita, el ácido entraba en contacto con el kerosene y el fuego estaba garantizado y sus propagación rápida también, dándonos 1 hora y media de tiempo para irnos lo bastante lejos del objetivo cuando eso ocurriera, y otra era desarmar a un policía para quedarnos con su arma en una esquina, lo que podía salir eventualmente mal y el resultado podía ser un compañero baleado o muerto. En el primero de los casos, habitualmente entraban una pareja al negocio tomados de la mano, ya que se suponía que de esa forma se evitaba la posible desconfianza de la gente de seguridad y además servía para que, cuando uno se agachaba para abrir el bidón y tirar la pelotita de ping-pong, la compañera lo cubría con su cuerpo para evitar que la maniobra sea vista por alguien. Esas acciones fomentaban la camaradería, ya que también se compartían pequeños secretos entre ellos que no debían ser comentados con nadie de la organización ya que no estaban permitidos, aunque todos los conocíamos, como por ejemplo, pedir un pollo hecho al spiedo con papas fritas en el sector de ‘rotisería’, tomar una gaseosa de la góndola, poner todo en una bolsa y pasar por el baño, donde uno se comía todo, se tomaba la gaseosa y tiraba los restos en el cesto del baño, se lavaba las manos (se comía sin cubiertos), luego llegaba a la caja con un paquete de yerba para no despertar sospechas, y luego salir del supermercado ambos y llegar al punto de control felices y sonrientes, con le objetivo cumplido y el estomago lleno sin haber pagado por lo comido, que si bien sabíamos que de esa forma no le haríamos ni cosquillas al sistema, era una pequeña revancha que nos tomábamos y que nos hacía sentir bien.

Pero volviendo al tema de la relación con nuestras compañeras, todo el ambiente que se vivía propiciaba los noviazgos; la cantidad de horas que pasábamos juntos; las coincidencias ideológicas: los riesgos que compartíamos y los momentos en que nos tocaba simular ser una pareja, tanto para ser correo y llevar periódicos de la organización y no tentar a los milicos que nos paraban a los hombres solos por ‘portación de cara’ y nos revisaban en plena calle. En esos momentos caminábamos tomados de la mano o del hombro pero si la idea que teníamos en mente era avanzar en la relación, se apretaba mas fuerte de lo razonable la mano de la compañera o distraídamente se la acariciábamos levemente para esperar la reacción, y si el sentimiento era correspondido, aunque nunca lo hubieran hablado, ella respondía oprimiendo la mano del compañero, y si, además remataba la acción regalándole una sonrisa luminosa al mirarse ambos a los ojos, no hacía falta que fueran necesario demasiadas palabras posteriormente para iniciar una relación. A partir de allí, la cosa se complicaba pero esta vez con el responsable del grupo, ya que a partir de ese momento debía tratar de no darles actividades juntos, pues se suponía que se distraerían cuidándose demasiado mutuamente y eso entorpecía el cumplimiento del objetivo, ponía en peligro por consiguiente la vida de ambos y se perdía concentración.

Si bien era obligatorio blanquear toda relación afectiva entre los militantes ante la dirección, también era cierto que eso no siempre se cumplía, ya que se corría el riesgo de que a uno de los dos lo trasladaran a otro lugar y eso, inevitablemente, evitaba que se vieran asiduamente.

Este tipo de amores, nacidos al calor de la lucha, si bien estaban teñidos de militancia, también contenían grandes dosis de compañerismo, admiración y afecto profundo y leal.

Desgraciadamente, la cárcel, el exilio y los viajes y traslados forzados a los que nos veíamos obligados, debilitaban la relación y muchas de ellas se frustraron, aunque a pesar de eso, en algunas ocasiones una de las partes, o ambas, no pudo olvidar lo vivido y peor era cuando fue la muerte de alguno de la pareja, caído en combate lo que produjo la separación.

Las historias, entre nosotros, ya veteranos a quienes, como diría Borges, hablando de la vejez, “ya se nos murió el animal o se está muriendo y solo nos queda el hombre y su alma”, son habituales y si bien la chica que perdimos se convierte de ‘linda’ en ‘hermosa’ producto de nuestra fantasía y tendencia a sobrevalorar lo perdido (¿Qué explicación nos daría el viejo Sigmund a esto?), y el resto del grupo lo sabemos, pero como nos ocurre lo mismo con nuestros recuerdos, los aceptamos como lo cuenta el compañero y a nadie se le ocurre mencionar, ni en broma, la exageración de la realidad, y todos asentimos con la cabeza porque respetamos los recuerdos y al compañero, o tal vez porque nuestros hijos y nietos ponen cara de aburridos si intentamos contarles nuestras historias y empezamos a sentir que ya es tiempo de pensar en entregar la antorcha.

Exorcizar los demonios


(De sabihondos y suicidas II)

A veces me pregunto si esto de reunirnos entre viejos militantes y ex guerrilleros bajo cualquier pretexto, tanto sea un asado, unos mates o un café, es porque sentimos una necesidad no declarada de ‘exorcizar’ nuestros viejos demonios que a veces nos visitan sin que los llamemos, y es cuando descubrimos que la amistad y el afecto tienen el don de devolvernos la fortaleza que a veces amenaza con abandonarnos.

¿ Como aparecen en nuestro horizonte psíquico estos fantasmas ?, en realidad no tenemos deudas con nuestro pasado, todas nuestras actividades de aquel entonces tuvieron un para qué, un porqué, y destinatarios muy puntuales que, antes de llevarlas a cabo, fueron pensadas y discutidas entre todos los compañeros. Podríamos asegurar con orgullo que nunca nuestro enemigo fue la clase obrera, nosotros no nacimos para apalear estudiantes ni obreros, mucho menos torturar o violar mujeres y, definitivamente no fuimos nunca ‘desaparecedores’.

En lo personal, tengo una frase que ya conocen mis compañeros y amigos: “Nunca le hicimos daño a seres humanos, solamente a milicos asesinos, y tal vez a algún representante de la burguesía aliada a los milicos ”. Así se puede entender porqué se realizaron algunas acciones, como incendiar algunos supermercados cuando un representante del imperialismo visitaba la Argentina como quien revisa su estancia y era necesario demostrarle al mundo que acá había un pueblo que no olvidaba ni perdonaba las invasiones a países hermanos de América Latina o los intentos de invasión a Cuba, y que si había golpistas dispuestos a recibirlos como si fueran nuestros virreyes, acá había hombres y mujeres que aún tenían dignidad.

Alguna vez, hablando con un ‘bien pensante’ sobre este tema, me planteaba que haber destruido tanta cantidad de alimentos era una falta de respeto para aquellos que tenían hambre, pero le contesté que si él creía que los dueños de esos supermercados estaban dispuestos a repartir esos alimentos no conocía las reglas del capitalismo y que si la clase obrera pasaba hambre, no era por la escasez de alimentos, sino por los precios que ponen los dueños de los alimentos que no están a alcance de los hogares de los trabajadores.

Creo también que esta ansiedad por vernos y recordar viejas historias de militancia, nos hace sentir que seguimos preparándonos para dejar nuestra experiencia a las nuevas generaciones, porque la historia popular, esa que solo pasa por la narración oral de generación en generación, fue cortada por la desaparición de casi una generación, que eran quienes debían ser los referentes de las generaciones actuales, pero hubo un genocidio que no lo permitió y su labor nos corresponde a nosotros como una nueva responsabilidad que nos impone la realidad.

Cada uno desde su nueva trinchera. Para ese será la poesía, para aquel otro, la palabra escrita, para el de mas allá, le está reservada la difusión consecuente y esclarecedora de aquellas luchas, sin temores y sin descanso, porque al capitalismo no hay que darle tregua y cada día que pasa debemos salirle al cruce, en cada escrito, en cada publicación.

Estamos concientes que con el tiempo se fueron aclarando algunas dudas, pero siguen los grandes interrogantes de no haber hecho lo suficiente, de no haber podido salvar la vida de muchos de los 30.000 compañeros nuestros, de no haber sido capaces de llegar mas lejos y quizás, tratando de encontrar respuesta a éstos interrogantes es que nos buscamos, para alentarnos a seguir adelante, para asegurarnos que nuestro compañero no aflojó y encontrar en él, el apoyo cuando nuestras fuerzas parecen languidecer. Y finalmente, pensar que esta vida se nos está escapando entre las manos y queda tanto por hacer.

De sabihondos y suicidas


Siempre buscamos un justificativo, y siempre lo encontramos, el asunto es reunirnos, hablar como si no hubiera pasado el tiempo, y cada tanto, nos buscamos mutuamente por el placer de hablar de cosas que no necesitan mayores explicaciones entre nosotros, con solo mencionar un apodo, ya sabemos de quien se trata, con solo hablar de un lugar, ya sabemos de que hecho estamos hablando y eso nos crea una sensación de camaradería, de complicidad, de esa sensación extraña que a veces sentimos al encontrarnos con compañeros con los que nos une una vida de lucha y un pasado con cosas incumplidas y con muchas otras que hasta hoy, luego de tantos años, no nos cansamos de recordar con alegría y orgullo.

Esta vez fue el cumpleaños de uno del grupo, con la complicidad de su compañera que prometió dejarnos solos en la casa para que habláramos mas cómodos, y como el día no ayudaba para hacer un asado, nos pedimos 3 docenas de empanadas unas botellas de vino y fuimos llegando como por casualidad.

Todos sabemos que las leyendas son eso, nada mas que leyendas y no se les debe exactitudes porque cada uno la cuenta de diferentes maneras y con el tiempo es el pueblo que las toma como propias y quedan instaladas en la memoria colectiva. En nuestro caso se da muy rara vez, ya que cada uno narra lo que realmente vivió y formó parte de su vida, y tal vez por eso nos escuchamos atentamente.

Luego de recibir las empanadas y acomodarnos, como marca nuestra ‘rutina’, charlamos sobre los nuevos libros que salen sobre la lucha de los 70’ y que a veces nos hacen pensar que si en realidad todos los que dicen haberla vivido lo hubieran hecho en realidad, las fuerzas populares hubiésemos sido tantas que seguramente el poder ya sería nuestro, y eso nos molesta bastante, ya que algunos escritores de ocasión cuentan cada pavada con mala memoria y peor justeza, cuando no con mala intención, que dan ganas de ir a buscarlos, pero bueno, estamos en el 2010 y todo lo que es negocio es válido…

Luego de unos vasos de vino empezaron las anécdotas de un tiempo que muchos tratan de llamar ‘pasado’, pero que a otros nos parece de mucho valor histórico.

Todos recordábamos cosas y la rueda se respetaba para hablar por turno. Cuando le tocó al anteúltimo, y con la vista puesta en la computadora del dueño de casa, porque, supongo, no quería que nos diéramos cuenta si se emocionaba al relatarnos la historia dijo: el día que ocurrió lo que voy a contar, amaneció frío, yo estaba viajando desde Córdoba con destino a San Nicolás, para participar de una reunión con compañeros de varias regionales, como era temprano, estuve dando vueltas hasta las 9,30 hs. hora en que debíamos reunirnos en un lugar de la costa. Nos fuimos reuniendo en el muelle de San Nicolás, éramos unos 30 compañeros. Cerca del medio día, comenzamos a subir de a 4 o 5 en dos botecitos a remo y luego de unos 20 minutos llegamos a un pequeño muelle de las islas Lechiguanas, sobre el margen derecho del río Paraná, era un islote chico y desierto con solo tres edificaciones. A medida que llegábamos, dejábamos las armas a un compañero que las guardaba en una casita mas chica al costado de la principal.

Una vez que estábamos todos en la casa principal, una compañera fue la primera en hablar, el informe nos decía que el clima en nuestro país era irrespirable, los dictadores se pasaban el gobierno uno a otro sin importarles el pueblo, este y otros temas fueron desarrollados por la compañera, luego fuimos hablando todos y coincidíamos en la necesidad de organizarnos para enfrentar a los golpistas. Sabíamos que la lucha sería muy desigual, enfrentar a una fuerza de represión formada por fuerzas de tierra, mar y aire, sería una patriada difícil y quizás heroica, sin barcos, sin aviones, ni helicópteros, sin tanques y sin contar con el apoyo económico y tecnológico que recibiría nuestro enemigo por parte de la burguesía nacional e internacional, encolumnada tras la ideología del Banco Mundial y el F.M.I., siempre dispuestos a sostener dictaduras y tiranías que someten a los pueblos y respetan a rajatabla los planes económicos que diseñan sus especialistas para apropiarse de las riquezas de otros pueblos.

Sin duda, el proyecto sonaba a suicida, pero ninguno lo pensó así, debíamos hacerlo, sentíamos, y así lo hablamos, que debíamos dejar a las siguientes generaciones un ejemplo de lucha, demostrar al resto del mundo que la muerte reciente del Ché en combate no surtiría el efecto que ellos buscaban, que en este continente había hombres y mujeres dispuestos a dejar la semilla de la libertad en la conciencia popular.

Sin alargar mucho el trámite, un compañero salteño propuso el nombre y nuestra bandera pasó a ser la que izó el General San Martín en Mendoza, a la que se le quitó el sol y se le puso una estrella de cinco puntas.

Serían las 20 hs. cuando cada uno volvió a su regional con tareas concretas para realizar, luego de ese día la vida de nosotros y de muchos que luego se incorporaron a la lucha cambió para siempre. Ese día, el 27 de junio de 1970, el Comandante Mario Roberto Santucho dio por fundado el ejército Revolucionario del Pueblo.

Terminado su relato se bebió o que le quedaba en le vaso, tal vez para que no se notara que la voz se le quebraba, todos miramos para cualquier parte para no romper ese instante y luego de unos minutos de silencio, donde nadie sabía que decir ni como seguir la charla, alguien propuso poner un tema de los Huerque Mapu para darnos un respiro, porque ya nos estamos poniendo viejos para algunas emociones.

Sobre dependencias y saqueos


Desde que empezamos a concurrir al colegio primario, nuestras maestras nos enseñan que la historia la escribieron generales, papas, reyes y cardenales, aunque luego, y de acuerdo como transcurre nuestra vida, nos vamos dando cuenta que muy rara vez alguno de ellos han ido al frente en las batallas, y mucho menos aún reyes, papas y otras especies parasitarias han pasado hambre por alguna medida económica que hayan tomado. Históricamente en las batallas mueren y/o quedan mutilados hombres que no declararon las guerras, y las grandes hambrunas del mundo también fueron soportadas por hombres mujeres y niños que no habían participado en las decisiones que llevaron a los pueblos a ese hambre. Pero en este segmento que queremos mencionar, vamos a entender que cuando se le da (o lo toma) el poder a un solo personaje o a un pequeño grupo de ‘elegidos’, es muy raro que no sea el pueblo el que termine pagando las consecuencias de los delirios de grandeza o de la ambición de los que detentan el poder.

Tratando de entrar en tema, la historia de América, está signada por el despotismo de quienes, en nombre de Dios o del rey, nos vinieron a invadir por los finales del 1400.

Cuando Colón puso su pié en América, empezó en España y luego en toda Europa, un complejo movimiento económico y financiero provocado a partir de las riquezas robadas al nuevo mundo que terminaron hundiendo al muy poderoso reinado de España y llevándolo a la ruina . Sé que al decir esto muchos dirán que es un disparate, a la luz de las enormes riquezas que obtenían de la rapiña en el nuevo mundo, pero resulta que aunque parezca mentira, no estaba el reino de España preparado para recibir en tan poco tiempo tan cuantioso tesoro, y la incapacidad de los monarcas y sus asesores produjeron un mal al pueblo que padecieron durante años las consecuencias.

Cuando Fernando VII abdica el trono en 1516 y se retira a un convento en Yuste, dejaba a su sucesor, Carlos I el reinado mas poderoso de la historia, con colonias diseminadas por todo el mundo, y con el ingreso de riquezas incrementado por los metales y piedras preciosas que llegaban del nuevo mundo y que parecían no tener fin. Ese supuesto éxito le había permitido formar un ejército poderoso para controlar el país internamente y de esa forma se permitió la intolerancia religiosa de la España de la contrarreforma, pero dejaron sin atención a los hechos y descubrimientos que se producían en el mundo y España se quedaba en una economía feudal, porque el oro que robaba en América suplía las necesidades. Por esta razón España empieza a perder las colonias europeas y viene la decadencia de la que no se podrá recuperar más.

Así las cosas, Carlos I, que pertenecía a la casa de Austria (también lo serían los tres futuros reyes que lo suceden) con una miopía económica y política y por comodidad, basaron su economía en las riquezas que sus ejércitos hacían extraer a los pueblos americanos en condiciones infrahumanas.

El saqueo y conquista de América alteraron gravemente la realidad europea del siglo XVI, porque no solo cambiaron las relaciones de poder entre los estados europeos, sino que de una economía de acumulación característica de la época feudal se pasó a una economía de mercado, pero no obstante el enriquecimiento español –no olvidemos que por ella pasó el 85% del oro y la plata saqueados a America-, no tuvieron, los reyes que la gobernaron, la visión de invertir en tecnología y ciencia y contrariamente a lo que se supone, el dinero lo invertían en largas y costosas guerras que terminaron de empobrecerla.

Se produce en España el abandono de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las ciudades buscando un mejor nivel de vida, cuando no, empujados por la euforia general para alistarse en alguna expedición, buscando participar del saqueo.

Como si eso no fuera suficiente, medio millón de hidalgos, que juzgaban una afrenta todo trabajo que no sea al servicio de Dios y del rey, eran una pesada carga para las arcas públicas, que por supuesto, eran mantenidas por los impuestos al pueblo trabajador.

Desde el primer momento de la invasión al nuevo mundo, España impuso el monopolio sobre sus dominios coloniales, lo que despertó la codicia del resto de los reinos europeos, que termina por engendrar guerras y piratería a los barcos cargados con riquezas provenientes de América. Todo contribuyó a la decadencia durante los reinados de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665) y se agravó tanto que ciudades como Toledo, Zaragoza y Segovia, otrora prósperas, se vieron obligadas a cerrar el 60% de sus telares y al poco tiempo, toda España se vio obligada a depender de las industrias inglesas, holandesas y genovesas, lo que trajo una desocupación aún mayor entre los trabajadores, y si bien los burgueses y nobles también sintieron la crisis, siempre les quedaba como opción, la clásica salida de la clase parasitaria, trasladar la crisis a los pobres, reduciendo salarios y aumentando impuestos.

La codicia del reino español, lo llevó a someter a su pueblo a un proteccionismo riguroso y la prohibición en América, de establecer y desarrollar industrias. Esta política dejó desprotegido a nuevo mundo ya que en el siglo XVI, las colonias no podían comprar a otras potencias como Inglaterra y Holanda las manufacturas que le eran imprescindibles, tampoco podían desarrollar su industria y a su vez, España ya no tenía industrias para poder proveerlos. Carlos I en 1552, se ve obligado a prohibir la exportación de las manufacturas españolas porque apenas si podían atender las demandas de su país y debió permitir que el virreinato del Perú desarrollara industrias obrajeras, luego en 1558, Felipe II tratú de modificar esa política para desarrollar la industria en España, pero ya era tarde, y las expresas instrucciones que recibe el virrey Francisco de Toledo en 1589, prohibiendo el tejido de paños en Perú, no pudieron ser aplicadas pues había dos razones fundamentales para no cumplirlas. Los precios de los paños tejidos de Castilla eran pocos y muy caros para la población y por otro lado, el virrey debía dejar trabajar a los indios para poder cobrarles tasas y tributos.

El tráfico marítimo en España y sus colonias sufría, además, el ataque constante y sistemático de la piratería, toda Europa quería llevarse su tajada de las riquezas de América, a tal punto que la reina de Inglaterra alentaba estos ataques y llegó a otorgar títulos nobiliarios a los depredadores ingleses de otros depredadores, o sea, los españoles.

Isabel I de Inglaterra inicia formalmente esta actividad, en 1569 armó la nave ‘Jesús’ y la mandó a saquear todo barco mercante que cruzara el Atlántico, años mas tarde se asoció al pirata Francisco Drake y con una poderosa escuadra salió a saquear todas las rutas comerciales conocidas. A su regreso, en 1579 . el pirata Drake entraba triunfante al puerto de Inglaterra llevando en las bodegas un botín que superaba el millón de ducados y, olvidando todo recato, Isabel I se sumo a los festejos con que se honró al pirata, que de paso recibió de manos de la reina un título nobiliario. Era el premio por saquear, matar y robar bienes ajenos, pero claro, se lo robaban a otros que a su vez también lo habían robado…

Queda claro que el monopolio jamás tuvo el propósito de fomentar el bienestar de las clases bajas cuando lo establece la clase alta, muy por el contrario, al no tener en cuenta las deficiencias estructurales de la pobre industria española, tendió a hacerla deficitaria primera y aniquilarla después.

En América, con una economía tributaria y dependiente, con una agricultura diezmada por el abandono al que por la fuerza la condenó el trabajo en las minas y con una industria y comercio limitados por los fines monopolistas de España, América era un continente que sufría los efectos de la crisis estructural de la conquista.

A comienzos del siglo XVIII, cuando cesa el monopolio y se ven amenazadas las utilidades de los dueños de los medios de producción, la esclavitud llegará a límites inconcebibles y ajustarán más los mecanismos de explotación. Nunca antes el pueblo fue tan brutalmente explotado. Tal era el estado de penuria que vivía América en 1780, cuando José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru, asumió la gigantesca y heroica tarea de la redención indígena.

Agosto de 1896: La gran huelga ferroviaria


A veces pienso que la juventud puede creer que las grandes luchas sociales necesitaron un dirigente o un gremio para realizarse, pero si bien es bueno agremiarse y tener una organización que organice y respalde la lucha, no siempre fue así y para ser sincero, a veces creo que las luchas sin claudicaciones se llevaron a cabo sin los grandes gremios ni los famosos dirigentes, salvo honradas excepciones.

Cuando finalizaba el siglo XIX, y a clase burguesa se preparaba para celebrar el primer centenario (1910), con gran despliegue de recursos y festejos, la clase obrera estaba pasando por uno de los momentos más angustiosos de su historia, víctima de trabajo semi-esclavo, sin descanso dominical ni cobertura, ni leyes que los protegieran, enriquecían a los patrones a costa de su salud y dejando su vida en cada fábrica o estancia. Por su parte la clase dominante se sentía dueña del país, sus estancias daban ganancias exuberantes, la exportación de lana, cuero, granos, más el manejo del Estado, representados por presidentes que ponían a su antojo, con un ejército listo para reprimir cualquier revuelta obrera, y con un ejército paralelo llamado ‘Liga Patriótica’, que no era otra cosa que grupos parapoliciales de hijos de familias enriquecidas que hacían las veces de policía y amedrentaban, golpeaban, torturaban y mataban a gente con una impunidad que más de un genocida de nuestra época envidiaría.

Estos grupo estaban armados y organizados desde a incipiente Sociedad Rural, que, gracias a la venta de sus productos al extranjero veía como el dinero le entraba a raudales sin esfuerzo y sentían que el poder estaría en sus manos por centurias.

Con todo el poder a su disposición se sentían tan seguros que las primeras huelgas, de panaderos y yeseros, no lograron preocuparlos ni hacerles perder el buen humor y ritmo de vida, pero no supieron ver que en Europa se cocían otras habas que no tardarían en llegar a nuestras tierras. La Comuna de París había cambiado aquella idea que aseguraba que el que había nacido para esclavo debía aceptar su destino ya que todo respondía a un orden natural. Ya Marx y Engels habían publicado el Manifiesto Comunista y varios de sus escritos, y sus libros recorrían Europa con un mensaje claro y definitivo: que el destino se la clase obrera se puede cambiar si sus componentes se unen.

Las nuevas ideas estaban llegando a la Argentina dentro de los ataditos de ropa que traían los inmigrantes y tenían forma de libros, que fueron traducidos y difundidos entre los obreros y el pensamiento libertario de Marx, Bakunin y las historias de las luchas obreras que se libraban del otro lado del mundo cambiaban la forma de pensar de los trabajadores.

A raíz de un accidente ferroviario, donde un ‘niño bien’ fue arrollado por un tren, su maquinista fue detenido acusado de asesinato y trasladado desde Rosario a la Capital para ser juzgado, Sus compañeros, en un acto de solidaridad proletaria inédito hasta ese momento, deciden realizar un paro hasta que liberen al compañero Smith, y toda la línea del Ferrocarril Central Argentino se detiene, dejando sin ese servicio a gran parte de la producción de los terratenientes sin poder llegar a destino, que, ansiosos porque sus productos puedan llegar a embarcar rumbo a Europa. Usando su poder con el gobierno y sus jueces, logran liberar al maquinista, y a los tres días, fletan un tren especial solo para llevar a Smith hasta Rosario, su lugar de trabajo y poder detener la huelga que los estaba acuciando. Cuando Smith llega a Rosario, sus compañeros lo llevan en andas como señal de triunfo. Ese hecho demostró a los obreros que la fortaleza solo la da la unidad. La patronal inglesa se pone en guardia.

El 13 de Agosto de 1896, en los talleres ferroviarios de Tolosa (cerca de La Plata, provincia De Buenos Aires) unos 700 obreros calificados, más los peones, deciden presentar un petitorio exigiendo 8 horas de trabajo, descanso dominical sin modificar el salario y el pago de horas extras. Por supuesto la respuesta de la empresa fue un rotundo ¡NO!. Los obreros realizan una asamblea y deciden declarar la huelga. La empresa de capitales ingleses, recurre al gobierno pidiendo represión, y éste envía a la policía a caballo a reprimir la huelga. En otra asamblea se resuelve continuar la huelga y solicitar la solidaridd de todos los ferroviarios del país (ya tenía la Argentina 72.000 kilómetros de rieles), inmediatamente los talleres de Caballito, en la Capital Federal, se pliegan. Le siguen los talleres de Solá que era el segundo conglomerado ferroviario más grande del país y 1.000 operarios se pliegan a las exigencias de sus compañeros. Una a una las estaciones de tren de todo el país se pliegan, los obreros usaban el telégrafo del ferrocarril para comunicarse y se pasaban información en código Morse entre ellos, usando los mismos equipos del ferrocarril.

El 15 de Agosto se pliegan los siderúrgicos de las empresas más importantes y los obreros del frigorífico La Negra, en la Capital los trabajadores de la fábrica Alpargatas, los operarios de tranvías adhieren y se pliegan a la lucha. Los ingleses, desesperados pero no dispuestos a que obreros les disputen sus ganancias, piden una dura represión al gobierno, pero ya eran mas de 20.000 los huelguistas, trabajadores sin gremio, sin dirección pero con un alto sentido de la legitimidad de sus reclamos, estaban conociendo el valor de la solidaridad y la lucha.

La empresa trata de traer extranjeros para suplantar a los huelguistas y publican avisos en diarios italianos solicitando trabajadores ferroviarios, ofreciendo altos sueldos, pero ya estaba la Internacional Italiana que había organizado las primeras movilizaciones del 1* de Mayo desde hacía 4 años, trabajando y aclarando a los obreros genoveses que no vinieran, que su trabajo sería el de rompehuelgas y llamaba a solidarizarse con las luchas, por lo que el intento de la patronal fracasa.

La lucha duró 3 meses, y aunque no se lograron todos los puntos del petitorio, la semilla sembrada hizo que la clase obrera decidiera pasara a ser protagonista de su propia historia.

La voz imprescindible


En estos tiempos, cuando muchos fueron convencidos que hay demasiadas cosas que son necesarias resolver en el día a día y que los grandes problemas pueden/deben esperar para mas adelante, que hay que vivir la vida, y no hacerse tanto problema, ya que además, como si fuera poco, no se pueden resolver así como así, una voz, desde una pequeña isla del Caribe Rebelde, una voz tan precisa e imprescindible, nos sacó de la locura cotidiana para recordarnos que ante todo somos seres humanos, que el planeta no tiene sustituto, que la paz y el cuidado del mundo deben estar en la mente y la agenda de todos, ciudadanos y dirigentes.

Para hablar de la paz y el cuidado de la tierra, debemos hablar de capitalismo y socialismo. Pensar la humanidad como una actividad no sujeta a salario, no porque nos pidieron una nota en un diario o revista, Hoy solo unos pocos tienen una visión de las próximas décadas, porque pensar la vida no es fácil, porque para que seamos multitudes quienes nos preocupemos por esos problemas, necesitamos que todos tengamos acceso a la información veraz, a la literatura, a la lectura, a la cultura en general, al ocio, ese ocio que tiene tan mala prensa pero que nos da el tiempo para el razonamiento, y que nos ayudará a tener conciencia de nuestras responsabilidades como clase social. Pero claro allí está el capitalismo para frenar nuestra fantasías con su tecnificada propaganda, enseñándonos a conocer solo lo que a ellos les interesa, nos llenan los manuales escolares con historias de depredadores de la naturaleza, las ‘hazañas’ de Julio Cesar, al matar miles de seres humanos para apoderarse de bienes y tierras, o Carlomagno fundando otro imperio a costa de sangre y lágrimas , pero si hoy le preguntáramos a muchos estudiantes acerca de la importancia en la liberación latinoamericana que tuvieron las batallas de Carabobo, muy pocos la tendrían presente, porque esas batallas las libraron los pueblos originarios de nuestro continente para evitar el saqueo, para enfrentar una invasión, no para depredar, no para saquear pueblos, y esto sucede porque ellos, los capitalistas, necesitan que tomemos a los agresores como nuestros referentes de gallardía, coraje y valor y no a los pueblos que en inferioridad de condiciones salieron a hacerles frente a los invasores para defender su soberanía y su dignidad.

Es imprescindible hoy que pensemos en el socialismo para resolver nuestros problemas, debemos conseguir que la clase obrera tome conciencia de su existencia como clase indivisible, que tiene la fuerza ya para poder luchar contra la otra clase, y es ese proletariado que deberá proponerse eliminar, además de las formas de explotación del prójimo, el ataque que el capitalismo está realizando al planeta y que nos llevará, si no lo detenemos, a la desaparición como especie.

De nada sirve creer que si yo obtengo valores materiales estaré mas seguro, cuando el planeta se desmorone, se desmoronará para todos. La lucha individual por la existencia debe terminar, porque esa es la verdadera globalización que han producido, el daño nos hermanará en las consecuencias, y solo sí el hombre logra detenerlo saldrá –en cierto sentido- definitivamente del reino animal. La humanidad saltará, de una vez por todas, del reino de la necesidad artificial al reino de la libertad.